QUERÉTARO, Qro., 12 demayo de 2016.-El cambio de Gobierno en Brasil proyectó una sombra de dudas e interrogantes sobre los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, cuyos preparativos ya están casi a punto y serán inaugurados por el nuevo presidente en ejercicio del país, Michel Temer, dentro de 85 días señala ESPN.

Desde todos los estamentos responsables de la organización, desde el Comité Olímpico Internacional (COI) hasta las autoridades locales, se ha insistido en que el proceso destituyente contra la ahora presidenta apartada, Dilma Rousseff, no tendrá repercusión en los Juegos.

Sin embargo, las ramificaciones de la crisis política pueden alimentar protestas de los partidarios de Rousseff, que pueden usar el escaparate de los Juegos para dar visibilidad a su lucha contra el proceso de destitución que consideran un «golpe» de Estado encubierto.

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