Vinculan a proceso a ex funcionarios del SAT por presunto fraude
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de septiembre de 2014.- En México se mantiene un alto porcentaje de jóvenes conocidos como ninis (que no estudian ni trabajan), el cual se ubica en 22 por ciento de los chicos de entre 15 y 29 años de edad, reveló el Panorama de la Educación 2014 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), capítulo México, estudio que identificó en dicho fenómeno un trasfondo de género, pues mientras tres de cada 10 mujeres se encuentran fuera del sistema educativo y sin empleo, la proporción en los varones es de uno de cada 10.
El reporte también advierte que el mercado laboral en México favorece a aquellos que no tienen un alto nivel educativo en mayor medida que en otros países, pues el desempleo afecta más a los adultos que terminaron una carrera que a quienes no culminaron la preparatoria.
Además, se espera que en el país sólo 47 por ciento de los jóvenes concluya el bachillerato, nivel educativo en el que las tasas de deserción son bastante altas.
En videoconferencia desde París, Francia, la directora del Gabinete y Sherpa de la OCDE, Gabriela Ramos, alertó que en México “seguimos con un problema que nos ha acompañado por un rato: el tema de los ninis” cuyo porcentaje sitúa al país entre los cinco más altos de la OCDE con ese desafío.
A pesar de que entre el 2005 y 2010 se observó una reducción de 2.9 puntos porcentuales en la proporción de jóvenes que no se encuentran en la escuela ni en un empleo, el porcentaje de 22 por ciento “se quedó ahí, muy tranquilo, sin cambiar en estos años”, advirtió.
Añadió que hay una cuestión de género “porque las mujeres en México siguen teniendo sus hijos a una edad joven en comparación con otros países de la OCDE”, lo que las lleva a apartarse del sistema escolar y laboral.
El informe –que proporciona datos sobre la estructura, las finanzas y el rendimiento de los sistemas educativos de 34 países miembros de la OCDE- también devela que alcanzar mayores niveles educativos no necesariamente se traduce en mejores resultados en el mercado laboral.
“El mercado laboral, como en todos los países de la OCDE, debería recompensar en mayor medida a aquellos que tienen mayor educación y esto no parecería ser el caso en México porque las tasas de desempleo fueron más altas entre los adultos con educación superior que entre los adultos sin educación media superior”, señaló Ramos.
Lo anterior significa que se debe hacer un esfuerzo “no sólo en el sistema educativo incrementando la calidad sino también hacer una revisión de cuál es el vínculo con el mercado laboral, cómo puede uno disminuir la demanda de trabajadores menos calificados sobre los calificados, cómo incentivar o encontrar las oportunidades que permitan a los chicos mejor preparados encontrar trabajos bien remunerados y satisfactorios”, añadió.
El Panorama (OECD Education at a Glance 2014, por sus siglas en inglés) detectó que pese a los avances en la cobertura en los niveles básicos de educación, como el preescolar, la primaria y la secundaria, “en México se espera que sólo 47 por ciento de los jóvenes de hoy se gradúen de la educación media superior.
¿Qué quiere decir? Obviamente que hay un factor de expulsión que tendrá que ver con que son chicos que necesitan empezar a generar sus propios ingresos o que no encuentran el incentivo para quedarse en la escuela o no sienten que eso vaya a pagar más”, advirtió.
Detalló que en el país apenas 19 por ciento de la población de adultos entre 25 y 64 años tiene educación media superior como máximo nivel de estudios alcanzado mientras que el promedio de la OCDE es de 44 por ciento. “Creo que esto debería ser el tamaño de la ambición mínima de México respecto de estos niveles educativos”.
En el nivel superior, México registra una cobertura de 53 por ciento, porcentaje muy por debajo del promedio de la OCDE, que es de 84 por ciento.
A manera de conclusión, el Panorama destaca que “México tiene que garantizar que sus esfuerzos, incluyendo la reciente reforma educativa, se traduzcan en oportunidades reales de mejora en la calidad de la educación y en el acceso para todos”.