Indicador Político
SAN JUAN DEL RÍO, Qro., 6 de noviembre de 2013.- Funcionario del ayuntamiento -encabezados por el secretario de gobierno- se reunieron este día con todos los franeleros que laboran en el centro de San Juan del Río con la finalidad de atender sus demandas y necesidades, además de intercambiar ayuda para el beneficios de todos y mejorar la atención a turistas.
Vicente Pérez Ramírez, secretario de gobierno; Raúl Rosales Ramírez, secretario de seguridad pública municipal; y el director de servicios municipales, convocaron a los lava-coches a una reunión, la cual se llevó a cabo en el jardín Independencia.
Los funcionarios indicaron como primer punto la dignificación del centro histórico, además del servicio que prestan, uno de los acuerdos que se tuvo fue instalar una toma de agua en el jardín. También se propuso que los automovilistas respeten dos horas de estacionamiento en el centro, con la finalidad de tener una dinámica que beneficie tanto a ellos como a los comerciantes.
Otra de las inquietudes que dieron los lava-carros, es que se pinten los cajones de estacionamiento; ante las propuestas externadas, Pérez Ramírez señaló que se van a consensar con las cámaras y la gente que radica en esta zona de la ciudad, como es Hidalgo, Allende, Juárez, Mina, para puedan dar una respuesta. Hasta el momento se tiene un padrón de 80 franeleros, únicamente en el centro histórico.
El secretario de gobierno señaló que se les pidió a los trabajadores dignificar la imagen del centro de la ciudad, además de tener una buena atención tanto a los sanjuanenses y a los turistas.
De igual forma, se les dará un seguimiento a los lava-carros con el proyecto de capacitación, de credencialización, y de una certificación que se trabaja en este rubro. A más de un año de este plan -donde los franeleros están considerados para ser asesores turísticos- el funcionario dijo que el proyecto se está consolidando y esta reunión es parte de ello.
Entre otro de los acuerdos está en que los franeleros no podrán dejar sus herramientas de trabajo -como cubetas- atadas a postes, señalamientos, o arriba de los árboles; por lo que se les abrirá, una hora por la mañana y otra por la tarde, la cárcel municipal para que guarden sus pertenencias sin que se las roben.