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Debido a que no se garantiza su seguridad y llegan a vandalizarse, los sismógrafos no pueden ser colocados; además los cambios de administración han dificultado su operación.
QUERÉTARO, Qro., 3 de agosto de 2015.- La imposibilidad de garantizar la seguridad de los sismógrafos y los cambios políticos, retrasaron la instalación y conclusión de los ocho sismógrafos en la Sierra, reconoció el director del instituto de Geociencias de la UNAM, Gerardo Carrasco Núñez, apenas se colocaron tres en la Zona Serrana y no se programa todavía la instalación de los que faltan.
Señaló que el Centro de Geociencias está listo para la colocación de los sismógrafos, que costaron medio millón de pesos cada uno, pero es muy difícil que se coloquen, debido a que no se garantiza su seguridad y llegan a vandalizarse, más que a sufrir robos.
“Es algo que a lo mejor no se pensó, ni se planeó muy bien porque requiere de mucho trabajo, lo más importante e encontrar el sitio adecuado para la instalación, a veces el sitio más adecuado no es viable, porque no hay manera de proteger los equipos, en México no podemos instalar un equipo si no está vigilado”, reconoció.
Este tipo de equipos necesita el reguardo en localidades cercanas a las presidencias municipales y las escuelas, o bien contar con un encargado que pueda cuidarlos.
“Eso es uno de los motivos que ha ocasionado una demora en la instalación de los siguientes equipos, también cuestiones políticas, el hecho de que salga y entre otra administración”, explicó.
Subrayó que es importante que el estado cuente con estos sismógrafos, a pesar de no ser una zona sísmica importante, porque es necesario contribuir a una red de medición nacional.