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OREGON, EU, 19 de febrero de 2015.- Millones de años antes de que el ácido lisérgico (LSD) y el rock progresivo se tradujeran en posibilidad estupefaciente, los dinosaurios masticaban un hongo psicodélico, así lo sugiere un estudio de la Universidad Estatal de Oregon a partir del hallazgo de una de hierba fosilizada en Brimania (mismas que tendría entre 97 y 110 millones de años de antigüedad) denominada ergot.
Encerrada en ámbar, se trata del fósil más antiguo de hierba que se ha encontrado hasta ahora y, según publica el portal de EarthSky, “se encuentra estrechamente relacionada con la planta del cornezuelo (un hongo parásito también denominado ergot y cuyos derivados encaminaron al descubrimiento del LSD en 1943)”.
“Parece que el cornezuelo ha estado involucrado con los animales y los seres humanos casi siempre, y ahora sabemos que este hongo, literalmente, se remonta a la primera evolución de hierbas”, precisa el paleoentomólogo George Poinar, Jr. quien decidió bautizar al ‘acido prehistórico’ como Palaeoclaviceps Parasiticus.
En ese sentido, el también un experto en formas de vida que se encuentran en ámbar indicó que la hierba contaría con un sabor amargo y serviría “como mecanismo de defensa contra las criaturas herbívoras, ya que lo más probable es que hubiera pocas opciones dietéticas disponibles para los dinosaurios de la época”.
“No hay duda en mi mente que el hongo habría sido devorado especialmente por los dinosaurios saurópodos (también denominados los ‘cuellos largo’) y, aunque no podemos saber qué efecto exacto que tenía en ellos, es necesario precisar que otro tipo de plantas no se encontraría disponible para su consumo”, agregó Poinar Jr. en entrevista con EarthSky, donde agregó que las plantas similares a las coníferas y pinos abundaban durante la época “y los pastos apenas empezaban a evolucionar, caso contrario a hoy en día, donde los pastos constituyen el 20% de la vegetación en el planeta”.
Según el experto de la Universidad Estatal de Oregon, el cornezuelo se encontraba y desarrollaba al lado de las plantas que consumían los dinosaurios herbívoros, por lo que afirman que es casi seguro que las bestias prehistóricas lo hayan consumido con regularidad, permitiéndoles “generar propiedades tóxicas al momento de ser atacados por los depredadores”.
Aquí el cornezuelo prehistórico mejor preservado:
— Quadratín Especiales (@Quadratin_Esp) febrero 19, 2015
EarthSaky precisa que el cornezuelo ha desempeñado papeles diversos a lo largo de la historia del planeta tierra, pues “ya sea como medicina, toxina o alucinógeno, se le ha implicado en epidemias de enfermedades e incluso como plaga sobre el trigo, no obstante, los usos pueden resultar benéficos para algunas especies”.
Elefantes
A lo largo de la historia, estos animales han sido adorados como dioses por varias culturas, celebrados por su sabiduría y memoria, y hasta utilizados como mascota del partido republicano de Estados Unidos, ello pues “al igual que los humanos, los elefantes son animales complejos y muy sociales; crían a sus hijos, guardan luto por sus muertos y adoran emborracharse”. Resulta que, en la India los elefantes alcanzan el estado de ebriedad por medio de frutas fermentadas que encuentran en el suelo.
Caballos
Hay hierbas que contienen altos grados de swainsonina y alcaloides. Estas plantas parecen ser para los caballos lo que la nicotina es para los humanos, una droga extremadamente adictiva que los mata lentamente. Durante los meses de invierno, en algunas zonas ganaderas estas ”hierbas locas” son las únicas plantas verdes disponibles.
Carnero
En las montañas Rocallosas de Canadá habita una especie única de líquenes con propiedades psicotrópicas muy altas. A pesar de que sólo aparecen en zonas muy remotas y no tienen valor nutricional, los carneros hacen todo por conseguirlos, ya que les permite entrar en un profundo viaje alucinógeno que les facilita soportar las largas jornadas saltando entre abismos y al filo de las rocas.
Jaguares
Los jaguares del amazonas adoran intoxicarse con la raíz de unas lianas llamadas ayahuasca, que mordisquean hasta alucinar gracias a sus propiedades antidepresivos, lo que hace que sus sentidos se intensifiquen… de hecho, la gran mayoría de los felinos viven el mismo efecto al frotar sus bigotes contra una flor llamada nepeta (misma con la que se produce el afamado ‘catnip’ o droga para gatos, disponible en su tienda de mascotas más cercana).
Monos capuchinos
Tanto los monos capuchinos como los lémures de Madagascar han aprendido a drogarse con especies diversas de milpiés que secretan un compuesto venenoso cuando son amenazadas. Los monos cubren su piel con esta sustancia para entrar en una especie de trance narcótico. Desafortunadamente, este veneno contiene cianuro, que es mortal para prácticamente todas las especies.
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