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QUERÉTARO, Qro., 28 de septiembre de 2014.- El crecimiento de la entidad, así como la llegada de nuevos residentes a la capital genera que la demanda de empleo aumente, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en agosto el estado de Querétaro alcanzó una cifra de 6.3 por ciento de desempleo en la Población Económicamente Activa (PEA).
Esto provoca que la necesidad por conseguir empleo aumenta y la desesperación provoca que los queretanos busquen obtener alguna capacitación acorde a las necesidades del sector.
Esto es aprovechado por personas que ven en esta necesidad una oportunidad de hacerse de dinero de manera ilícita, abusando de la confianza de las personas, obteniendo ganancias y dejando en el limbo laboral a sus víctimas.
Quadratin investigó varias quejas que han llegado a oficinas de recursos humanos de diversos centros laborales en donde se indicaba un lugar en el que se ofrecen supuestas capacitaciones para conseguir empleo, usurpando para ello logotipos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social así como de la Dirección de Empleo.
Con volantes que reparten en colonias de la ciudad y zona metropolitana se divulgan este tipo de ‘apoyos’ gubernamentales inexistentes, pues se cobran cuotas y no hay vinculación con empresas ni certificados oficiales.
Modo de operar.
Quadratín acudió al mismo establecimiento para conocer la manera en la que operan.
Uno de ellos, situado en el número 16 de la calle Cristóbal Colón, entre Zaragoza y Constituyentes, tiene a las puertas del edificio cartulinas fluorescentes, mediante las que invitan a la gente a capacitarse para obtener mejores empleos, dan cursos de inglés, computación, electrónica, entre otros.
En la puerta, una joven de aproximadamente 18 años hace la invitación para ingresar y conocer las ofertas de trabajo.
Luego de ingresar por un pasillo se llega a unas oficinas con pocos muebles y dos computadoras de escritorio.
En el lugar había unas cuatro jovencitas esperando a que llegara un instructor, además de dos personas, quienes comentaban la necesidad de abrir más cursos.
Antes de que pasen a recibir la información, un hombre, que funge como coordinador, da la indicación a otra joven para que le atienda, diciéndole: «te lo encargo, tiene que quedarse con nosotros».
La joven toma un volante y saluda, la hoja de papel lleva impresos los logotipos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y de la Secretaría de Educación Pública (SEP); promociona un apoyo académico-educativo, ligado al programa Bécate.
Posteriormente pregunta la «carrera» de interés, a lo que se le responde que aún se desconoce la cartera que ofrecen.
«Ofrecemos las carreras de estilista profesional con especialidad en diseño de imagen, informática, inglés americano y electrónica digital, por lo que una vez que concluyas tu carrera podrás trabajar en lo que elegiste. Los horarios son dos horas cada tercer día. Tú eliges si es en la mañana o por las tardes», señala la joven, no mayor de 20 años de edad.
Posteriormente, informa que la carrera tiene un costo de cuatro pagos semestrales de 800 pesos durante los dos años que dura la instrucción, además de una colegiatura semanal de 425 pesos.
Sin embargo, en vista de que es una capacitación con beca y cupo limitado, se hace una excepción y se otorga un descuento del 85 por ciento, lo que deja una cuota a la semana en 175 pesos y una inscripción única en 600.
Para cerrar el trato, la joven insiste con un pago de al menos los 175 pesos, correspondientes a la primer semana; se le contesta que no se trae la cantidad completa.
Cabe destacar que en todo momento el coordinador de la oficina está al pendiente de la «charla informativa», mientras gesticula expresiones en las que puede percibir la presión que ejerce en la joven.
Al ver que no es posible tener un pago, le pide a otra jovencita, de unos 17 años de edad, que tome los datos.
«Aquí tu asesora educativa va a estar al pendiente de llamarte porque esta facilidad es sólo por dos días más, por lo que no debes de desaprovechar», recalca.
Al preguntarle sobre la documentación para las inscripciones, la joven menciona que no es necesario, sólo se hacen los pagos y se da una cuota adicional por los cobros de papelería en las evaluaciones, que es de mil 500 pesos.
Se le pregunta que si se expide algún documento oficial con el que se pueda amparar la capacitación a lo que no responde.
Entonces, el coordinador interviene y cuestiona: «¿Para qué necesitas documentación? No la ocuparías ya que nosotros te vinculamos a las empresas».
Para aclarar el punto, se pregunta si la capacitación puede servir para pedir trabajo o algún subsidio fuera de las empresas que podrían sugerir en este centro; la respuesta fue negativa, con el argumento -con expresión de molestia del sujeto- de que se sale recomendado.
Se pidió el volante para considerar la oferta, pero no dio el nombre ni número celular de la asesora educativa, quien se comprometió a realizar una llamada para saber cuándo se haría el pago para la primera semana de los cursos.
Al momento de salir de las oficinas, nuevamente el coordinador dio la instrucción, en voz alta: «te lo encargo para que regrese», a lo que asintió la joven.
Fraude consumado.
Se acudió a las oficinas de la delegación estatal de la STPS, ubicadas la Avenida Zaragoza.
Se preguntó al personal de la recepción si había vinculación con las oficinas de esta supuesta capacitación.
La respuesta fue que no existen vinculación o convenios con terceros, puesto que los cursos se brindan de manera gratuita en las instalaciones de la dependencia, además de que las capacitaciones no son tan extensas.
Se informó que no es la primera vez que se acude a preguntar, pues se tienen registrados al menos cinco casos más en los que las personas notaron irregularidades.
También se informó sobre la existencia de otra oficina con el mismo modo de operar, ubicada en la calle Allende Sur, número 168.
Este mismo caso de fraude, sin que se haya clausurado el lugar, ha sido registrado en la Dirección de Empleo del estado, donde han recomendado a los “defraudados” denunciar ante la autoridad ministerial.
Los apoyos reales.
El portal electrónico del programa federal Bécate señala que apoya a personas mayores de 16 años desempleadas, subempleadas o en suspensión temporal de relaciones laborales, con el objetivo de que se incorporen a cursos de capacitación para el trabajo, a través de los cuales adquieren o fortalecen sus conocimientos y habilidades, a efecto de favorecer su acceso o permanencia en un empleo o el desarrollo de una actividad productiva por cuenta propia.
Se ofrecen las modalidades de capacitación mixta, capacitación la práctica laboral, capacitación para el autoempleo y vales de capacitación; se otorga al beneficiario una beca económica de uno a tres salarios mínimos, durante el periodo de capacitación (de uno a tres meses).
Asimismo, se proporciona apoyo para transporte, así como los materiales de capacitación y seguro contra accidentes.
En el caso de la modalidad capacitación a trabajadores en suspensión temporal de labores, se otorga al beneficiario una beca no mayor a tres salarios mínimos.
Para el pago de la beca se toma como base el monto que deja de percibir el trabajador por cada día de suspensión de labores y se otorga en un plazo no mayor a un mes.
El curso tiene una duración máxima de 69 días hábiles, mismos que se deben cubrir en un periodo no mayor a seis meses, siempre y cuando se mantenga vigente la suspensión temporal de las relaciones de trabajo.
En caso de ser víctima de este engaño, acuda a las oficinas de las STPS, ubicadas en la avenida Zaragoza Poniente 313, colonia San Ángel.