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El cancerbero de la escuadra queretana tuvo que abandonar su ciudad natal Blumenau, en Brasil, para cumplir su sueño y ahora espera crear una gran historia con los Gallos Blancos.
QUERÉTARO, Qro., 4 de septiembre de 2015.- Para convertirse hoy en una de las figuras más queridas por la afición del equipo Gallos Blancos, el guardameta Tiago Volpi tuvo que recorrer un camino complicado y abandonar su ciudad natal, Blumenau, en Brasil, para cumplir su sueño y ser futbolista.
El cancerbero de la escuadra queretana pasó de jugar en la banda izquierda a defender los tres palos por el gusto de brincar, de lanzarse y de que en múltiples ocasiones fue amonestado por meter las manos, aunque sabe que la portería es una posición ingrata, pues el héroe puede convertirse en villano en solo unos segundos, publica el portal deportivo mediotiempo.com.
Volpi, de 24 años, está entusiasmado por jugar algún día en Europa, pero reitera que su momento y su prioridad es escribir una gran historia con los Gallos Blancos. «Es muy gratificante. Estoy muy contento y todavía se puede mejorar más», aseguró.
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