Itinerario Político
QUERÉTARO, Qro., 12 de noviembre de 2014.- Con el propósito de generar un espacio de discusión y reflexión para estudiantes, docentes y público en general, la Licenciatura en Criminología, que oferta la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), dio inicio a las 5tas. Jornadas Criminológicas “Criminología y Cultura”, que se realizarán del 12 al 14 de noviembre en las instalaciones de dicha unidad académica.
En la inauguración, Emilio Paulín Larracoechea, coordinador de la carrera, dio la bienvenida a los asistentes y declaró que se llevarán a cabo actividades académicas y artísticas relacionadas con las temáticas: cultura militar, criminalidad y globalización, sexualidades humanas, violencia institucional, intervención desde el arte, la cultura visual y las producciones mediáticas; en las que también participan alumnos a cargo de la logística y la gestión.
Durante tres días se impartirán 10 conferencias por parte de expertos de la UAQ, así como del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe); se efectuarán 14 talleres, una mesa de diálogo, eventos culturales y presentaciones de proyectos a cargo de estudiantes. Los recintos que fungen como sede son: el Aula Forense, distintos salones de la Facultad, la Sala “Carlos García Michaus”, el Laboratorio de Criminología y el Campus Aeropuerto.
Paulín Larracoechea señaló que “los tiempos en los que vivimos nos obligan a cambiar el enfoque tradicionalista de la criminología, que define al fenómeno criminal como acto o situación patológica derivado de distintas causas que orillan a alguien, a partir de sus condiciones de vida, a cometer una conducta tipificada como delictiva”.
Expresó que esta visión se centra en el delincuente y no toma en cuenta otros actores dinámicos, lo cual pone una barrera entre los que delinquen y los que no; y que perdura en la práctica en México y en el imaginario colectivo. Por ello, subrayó, la cultura en criminología proporciona una perspectiva certera y actual respecto a fenómenos de violencia institucional, de criminalidad transnacional y de Estado, de tecnologías, crisis de instituciones, problemas urbanos, creación de reglas o transgresión de las mismas.
“La cuestión criminal no se inscribe a lo legal científicamente comprobable, sino que se amplía a las interpretaciones sociales de la misma, a los discursos en los medios de la comunicación, al consumo masivo de la violencia o al hecho de vivir en una sociedad sujeta a una súper exposición de imágenes violentas”, concluyó.