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Un investigador de la UNAM considera que cuando los niños no viven con sus padres biológicos y casados, se incrementa la probabilidad de que vivan violencia.
QUERÉTARO, Qro., 27 de marzo de 2015.- No existen estudios científicos ni información que demuestre una semejanza entre las relaciones hombre-mujer y las relaciones entre personas del mismo sexo, señaló el investigador Fernando Pliego, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al participar en la mesa de trabajo “Aspectos Sociológicos y Demográficos de las Realidades Familiares de México y el Mundo”, que organizaron las comisiones unidas, señaló que apoyar el vínculo entre los hombres y las mujeres es apoyar a “la mayoría de la población”, porque esa es su necesidad.
De acuerdo con el investigador, cuando los niños no viven con sus padres biológicos y casados, se incrementa la probabilidad de que vivan violencia, ya sea con parejas de segundas nupcias, padres divorciados o algunos otros tipos de familia.
Además, señaló que la unión libre connota más problemas para las mujeres, porque se incrementan los casos de violencia física, en comparación con las mujeres casadas civil y religiosamente.
“La unión libre empeora los problemas. Hay problemas con los casados, pero cuando viven en unión libre empeora la situación”, reiteró el académico.
Ante los diputados locales, añadió que la fragilidad de la vida social aumenta cuando la familia no permanece integrada y solidaria, como el problema de deserción escolar en los adolescentes.
Recordó que entre el año 2002 y 2006, la Encuesta Nacional Sobre los Niveles de Vida de los Hogares detectó que el porcentaje de deserción escolar en adolescentes que cursan secundaria es del nueve por ciento si el menor vive con ambos padres y del 17.4 por ciento si viven con mamá divorciada o separada.
Tras afirmar que el matrimonio no es un derecho humano, reconoció que hay una presencia cada vez más frecuente de diferentes tipos de familia, por diversos cambios en sus estructuras y el incremento en los divorcios.
Sin embargo, mostró estadísticas que señalan que mientras solo el 7.9 por ciento de las parejas casadas por lo civil y la iglesia viven situaciones de violencia, la cifra se eleva a 11 por ciento si sólo están casadas por lo civil y hasta el 15 por ciento si viven en unión libre.
Los accidentes en los hijos, agregó, también se incrementan en los hogares con mamás solas, igual que problemas como la deserción o el abuso sexual infantil.
El investigador recurrió a estadísticas de diversos países para demostrar que las parejas casadas tienen una mayor seguridad física, además que mejoran las relaciones en salud sexual y reproductiva y disminuyen las adicciones.
La mesa de trabajo fue la primera de cuatro que se realizarán para analizar la propuesta de reformar el código civil, para permitir las uniones entre personas del mismo sexo.
En las comisiones unidas participan las comisiones de Administración y Procuración de Justicia, de Igualdad de Género, Grupos Vulnerables y Discriminados, de Derechos Humanos y Acceso a la Información Pública y la Comisión de la Familia.
Aunque se invitó a los 24 diputados locales, solamente asistieron los titulares de las comisiones unidas que participan en el análisis.