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SAN JUAN DEL RÍO, Qro., 1 agosto 2014.- Les fue mal en su prueba de fuego a varios elementos de la policía municipal, quienes al acudir a auxiliar a la ciudadanía durante un ataque de abejas, además de que no se bajaron de sus patrullas, se resguardaron a varios metros de distancia, abandonando a los civiles a su suerte.
Cerca de las 17 horas, se reportó el ataque de abejas en la calle Melchor Ocampo Sur, en la colonia Ramos Millán, en el lugar conocido como el mirador, donde los insectos atacaban a una señora, quien estaba literalmente cubierta por el enjambre enardecido.
Testigos de los hechos, manifestaron que llego una patrulla de la policía municipal por los uniformados nunca se bajaron de la unidad y sólo observaban como la mujer era picada por las abejas y ya nada hacía por defenderse y pues ya sólo estaba sentada recibiendo el constante ataque de los insectos.
Fue un médico quien expuso su vida para rescatar a la mujer y con ayuda de un mecánico que llevó un extintor lograron rescatar a la lesionada; fue en el mismo vehículo del doctor donde la trasladaron a un hospital para su atención inmediata.
Pero mientras que el miedo se apoderaba de algunos uniformados otros se expusieron al peligro y como pudieron subieron a su unidad a otro de los lesionados, para de inmediato retirarse del lugar.
Rápidamente llegaron paramédicos de Protección civil y los heroicos bomberos, quienes lograron rescatar a otras tres personas, una de ellas un hombre quien al estar bajando unas escaleras fue atacado por el enjambre ocasionando su caída por varios metros de altura, resultado con una fractura en una de sus extremidades, además de los muchos piquetes de los insectos.
Las abejas se esparcieron a varias cuadras a la redonda, atacando a todo aquel que se encontraban en su camino.
Al final de la emergencia, el conteo fue de cinco personas lesionadas de consideración, cuatro de ellas de gravedad, varios rescatistas resultaron con picaduras, así un fotógrafo y un sin número de personas.
Dos patrullas se resguardaron al menos doscientos metros retirados del lugar de los hechos, donde los policías estaban escondidos en sus unidades, por fortuna para ellos salieron ilesos, pero con la vergüenza de que eran señalados por los ciudadanos, cuerpos de auxilio y por sus propios compañeros de que no tuvieron el valor de ayudar a la ciudadanía que estaban en peligro.