La recontextualización de la noticia.

Hoy, con mucho agrado, inicio una etapa nueva en Quadratín Querétaro, esta agencia de noticias nacional prestigiada, que hace un par de años inició en nuestro bello estado. En forma muy particular, agradezco al ingeniero Víctor Tinoco esta oportunidad de escribir y externar mi opinión, gracias.

La noticia es la transmisión de algún tipo de evento real, que se informa de manera selectiva y que debe de estar basada, sólidamente, en la objetividad y veracidad. El periodista debe dar la noticia tal cual sucedió, es decir, contextualizada. Sin embargo, si la somete a la recontextualización deja de ser noticia y se convierte en una opinión de él; por consecuencia deja de ser veraz y objetiva.

Si se recontextualiza y se externa una opinión sobre la noticia se convierte en un articulo de opinión, una columna, una crítica, pero ya no es noticia como tal.

José Saura Sánchez en su articulo El Discurso Mediático y sus Consecuencias para la Interculturalidad -Universidad Católica de San Antonio de Murcia, España- señala que “Hay quienes creen que lo que se ve, se lee o se escucha es un testimonio fidedigno de eventos que suceden en el mundo. Para muchos, sin embargo, las noticias son una reconstrucción de la realidad a través de los ojos de ciertas personas… Las palabras no son sólo etiquetas que colocamos a las cosas que nos rodean o imaginamos. A través del lenguaje creamos mundos, mundos que pueden corresponder o no a mundos reales…”

Muchos periodistas mezclan la noticia con su opinión, es decir, la editorializan, distorsionan la realidad de los hechos dando un sesgo. Le infligen la dosis de interés que muchas veces es económico, otras, ideológico; al final la noticia no es dada a la población como sucedió. De la contextualización de la noticia, se transporta a la recontextualización que realiza el periodista o comunicador. La noticia no es como la piensa, la mira, la escribe o dice el periodista, influido por su interés (económico o ideológico), la noticia es un recuento de hechos cronológicos sucedidos en el pasado inmediato.

En el medio de comunicación, el uso de la palabra, o en el papel, cuando es captado por el público, su impacto es de dimensiones brutales, porque el discurso mediático dentro de la globalización de la tecnología actual es sumamente penetrante.

Claro, es importante tomar en cuenta lo que dice el periodista. No es lo mismo que la noticia recontextualizada la diga un López Doriga, a un periodista local; la diferencia en el impacto a la población es diferente.

Ahora, también habrá que sumar el prestigio, honradez y veracidad del periodista, no es lo mismo un periodista local, que arma una noticia con su claro interés, a un periodista de la claridad y honradez como lo era Julio Scherer García.

Desgraciadamente, la mayoría de la población, cree que la noticia recontextualizada por el periodista es la verdad de los hechos, esto influye en su pensamiento, en su forma de ver las cosas, y desde luego, en la apreciación que tiene de una persona antes y después de ver o leer una noticia. Y sucede a menudo en los países de tercer mundo, donde la dependencia a los medios es muy marcada porque no tienen manera de contrastar los textos y por lo tanto no hay un análisis crítico.

Le pongo un ejemplo: la escenificación hecha a Florence Cassez en el momento de su supuesta detención por el delito de secuestro; el periodista Carlos Loret de Mola pasó las escenas de esa supuesta detención por televisión.

Al final del proceso penal se comprobó que no fue real esa detención, que fue eso, una escenificación para la televisión. Por eso y otros elementos más se violó el debido proceso y fue liberada, pero el grueso de la población dio por cierto y hoy en día se cree que la detención y culpabilidad de Cassez fue verdadera. Su detención fue en otro lugar, en otro momento y en circunstancias diferentes. Eso es recontextualizar una noticia para distorsionarla y que tenga efectos masivos en un cierto sentido.

“El discurso de los medios de comunicación es el más extendido y manipulador de los discursos a los que estamos expuestos en esta sociedad”.

Estas prácticas nocivas, están respaldadas por los avances tecnológicos, como el Internet, con las redes sociales. Los periodistas las han utilizados para saturarnos de información, mucha de ella, manipuladas. También en la misma Internet han aparecido periódicos virtuales, portales de información, periodistas honestos y agencias de información que se dedican a dar la misma noticia como realmente sucedió, son el contrapeso.

La forma como se dice la noticia, el sesgo que el periodista le da a la noticia, influye decididamente en el criterio individual y colectivo de la población. Es el origen de la creencia de que el periodismo es el cuarto poder. Este control de la información incide en el ejercicio del poder político y social.

“La información es poder”.

Los que gobiernan en un momento histórico saben que el control de la información es poder, que tener a los comunicadores bajo control les da el margen para manipular los hechos reales para que la población sepa de las noticias filtradas, y que desde luego, esa manipulación sea benéfica para el grupo en el poder.

Jean-François Lyotard -La Condición Postmoderna, 1979-, cuando trata el tema del saber y del conocimiento, concluye que el saber se ha convertido en una mercancía y el conocimiento (dar a conocer algo) se produce para venderse y ser consumido, dejando a un lado que el conocimiento es un fin por sí mismo. La información y el poder son sinónimos.

El ciudadano debe saber y conocer las noticias con su visión y experiencia, intenta enterarse y no tiene otra, se apoya de el comunicador o periodista, y éste, a su modo, le construye su entorno y le hablan o escriben de él.

En suma, la recontextualización que hace el periodista de la noticia está cargada por el interés económico o ideológico y estos elementos lo definen. Usted ve en los noticiarios, en los periódicos, cuál es la noticia más importante y cotidianamente difieren; como ejemplo podemos ver en el periódico La Jornada y en el Reforma que su nota principal es diametralmente diferente, en el primero es más interés ideológico y en el segundo más mercantil. Su noticia esta fuera del contexto real de lo que sucedió.

Ante estas practicas no deseables han surgido y seguirán emergiendo, personas que no necesariamente son periodistas o comunicadores, que confrontan -lo que nos dicen, vía noticias periodística manipulada y con intereses no claros- con la verdad de los hechos, encaminada a desnudar a quien da la noticia (recontextualizada), nos dicen a quién le beneficia, y en su caso, a quién daña esa información sesgada.

Para el periodista el poder y la recontextualización son elementos indispensables, entre más ejerza este último elemento, más influencia tendrá y más riqueza vendrá a sus manos.

Los periodistas sensacionalistas, incendiarios, mentirosos o manipuladores son los que más capitalizan y más dinero ganan, nada más es cuestión de identificarlos, y es sencillo, usted, únicamente, confronte lo que dice con la realidad de los hechos y saque sus conclusiones.

Ahora, cuando el control es casi total, en los medios de comunicación nos encontramos con noticias recontextualizadas en forma uniforme, nuestra realidad se torna totalmente distorsionada, ante ello debe de imperar la lógica, ya que no todo está bien y no todo está mal.

En lo personal, son días de cumpleaños, mi hija Panfi, felicidades por sus felices 11 años; mis sobrinas, Francia, Gilda, ya treintañeras; y Javier, felicidades.