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SAN JUAN DEL RÍO, Qro., 15 de marzo de 2014.- Tras la golpiza que recibiera por parte de elementos de la Policía Municipal de San Juan del Río, el joven Luis Vega Reséndiz acudió a las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en la ciudad de Querétaro, donde se abrió el expediente No 350/2014 SP., fortaleciendo así la denuncia penal No SJR2/324/2014.
Durante una entrevista otorgada a Quadratín Querétaro, Vega Reséndiz señaló que el sábado 8 de marzo, mientras encerraba su pesada unidad en el corralón, propiedad de su patrón, dialogaba con su madre vía telefónica, anunciando su llegada a la ciudad siempre y cuando le cargaran rápido.
Refieren que cerca de las 22:30 horas, logró abordar el último autobús en la central camionera de Querétaro, y llegó a San Juan del Río aproximadamente a las 23:30 y tomó un taxi para ir a conocida taquería, ubicada en Paseo central.
Pasada la media noche, el joven salió del lugar tras haber cenado, para caminar por la banqueta poniente; “noté que delante de mí iba otra persona, además de que una patrulla paso cerca, no llevaba torretas solo sus luces. Decidí en esos momentos cruzar la carretera para caminar frente a la Kimberly, pero los policías se dieron vuelta y fueron a donde yo estaba”, narró el agraviado.
Posteriormente los oficiales desde su patrulla se dirigieron a él con palabras altisonantes, preguntándole porque les había les había mentado la madre y refirieron que les llamó “puercos”.
El ofendido dijo que uno de los uniformados lo tomó del cuello, entre la camisa y el pelo, para de inmediato esposarlo y tirarlo al piso, donde lo golpearon en todo su cuerpo, así como en la cabeza. Fue hasta que el lesionado les dijo que era familiar de un oficial de la misma corporación que dejaron de golpearlo, haciéndole la mención los agresores que no le seguían pegando nada más porque conocen al policía que mencionó.
Pero fue en esos momentos que se dieron cuenta de que ya tenían detenido a la otra persona que caminaba delante de él minutos antes, quien negó conocerlo.
Pasada la una de la madrugada, Vega Reséndiz llego ante el Ministerio Público donde se le negó la atención inmediata, pese a que estaba ensangrentado y lastimado, por lo que la familia del joven decidió llevarlo a una clínica particular para su atención médica inmediata.
Cerca de la 1:30 de la madrugada el agraviado -al ir en camino al hospital- se encontró con la patrulla en la que viajaban los policías agresores, por lo que detiene la marcha para señalarlos, pero en esos momentos los oficiales negaron todos los hechos, e incluso reconocerlo.
Refiere que al regresar al hospital horas más tarde se encontró con un mando de la Policía Municipal, quien les concertó una cita con el director de la dependencia para que expusiera su queja.
Para las 8:00 de la mañana del domingo 9 de marzo, Luis Vega llega al módulo ubicado en el fraccionamiento Arrayes, donde se entrevista con un jefe del agrupamiento, pero los oficiales aún seguían negando los hechos.
Aproximadamente a las 10:00 de la mañana, llegó el director de la policía, encerrándose unos minutos con los oficiales y al salir de la oficina, los oficiales aceptaron haber golpeado al joven.
El agraviado señaló que posteriormente fueron requeridos en las instalaciones de la Secretaría para hablar con el jurídico de la dependencia. Para las 16:00 se entabló el dialogo con el mencionado despacho, donde la persona que los atendía en repetidas ocasiones les dijo que resolvieran la situación por fuera y que retiraran la denuncia.
Para ese entonces, los oficiales, después de que decían no conocerlo y no haberlo golpeado, ya expresaban haber participado en las agresiones en contra de Vega Reséndiz; para las 16:00 horas incluso había en su contra.
La situación fue subiendo de tono, al grado que mientras el agraviado estaba declarando, los oficiales fueron a ver al padre de éste para sobornarlo, pero al no lograrlo ahora lo están acusando de haberles pedido dinero.
Por su parte el presidente municipal, Fabián Pineda Morales, al respecto hizo mención que desconocía de los hechos, puesto que nadie le había informado de estos hechos, siendo que anteriormente era él quien decía que siempre estaba informado de lo que ocurría ya que portaba un radio con la frecuencia de la Policía Municipal.
Alegó el alcalde que en caso de existir problema en contra de algún funcionario, “que haga algún daño tanto al patrimonio de un ciudadano, o la integridad de un funcionario. o sea abuso de autoridad; tendrá que ser responsable cada uno de sus actos tanto los policías como los funcionarios que trabajan en esta administración, hacerse responsables y llevar a cabio el procedimiento conforme a la ley”.
Sin embargo, señaló que los policías aún conservan sus derechos para poder defenderse y espera que sea el Ministerio Público quien determine si habrá sanción.