Poder y dinero
Corte. Peligrosa postura para la legalidad electoral
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Peligrosa postura que pondría en riesgo a la democracia en nuestro país, es la que están
recalcando algunos magistrados y jueces, en relación a los atributos de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. De acuerdo a ellos la última palabra en los problemas que se han
dirimido, la tiene la Corte. Al tratar de quitar facultades al Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación (TEPJF), estarían poniendo en riesgo su función y ningún acto electoral en
el país tendría definitividad. El utilitarismo de la Corte, convertida ya, en un ente político,
sería el que decidiría todo el sistema electoral en el país. Se les olvida a los insistentes
defensores de sus cuantiosos ingresos, que el TEPJF, es también del Poder Judicial porque
como su nombre lo dice y lo integra, está señalado en la primera parte del artículo 94 de la
Constitución. Por lo tanto, en una decisión que el TEPJF tome desde sus facultades
constitucionales, son decisiones también del Poder Judicial, que en este caso es el órgano
colegiado al que pertenece.
ALEGAN FACULTAD DE LA CORTE PORQUE HAY OTROS CASOS DE SU FUNCIÓN
Los magistrados y jueces que reprueban que el TEPJF haya acudido al Senado para cubrir lo
que debió de hacer el Comité de Evaluación del Poder Judicial y en lo que no cumplió pese a
órdenes recibidas, señalan que se debe a que hay contradicción. Se debe, dicen, a que
aparte de lo electoral hay otros temas que solo debe tocar la Corte. Por lo que se sabe, la
presidenta de la sala superior del tribunal Mónica Soto, envió la función al Senado como
opción alternativa ante el incumplimiento, desde luego prevista. Y públicamente lo ha
sostenido el tribunal como una función electoral que nada tiene que ver con otros temas. Y
que por lo tanto no hay contradicción ni se viola la Constitución. La Corte no tiene porqué
intervenir. El Senado asumió la función y será él, el que haga la evaluación sobre la
insaculación de los elegibles para el Poder Judicial. En ese problema permanente que han
creado en la Suprema Corte y algunos jueces de alzada y magistrados, para impedir a toda
costa la elección del primero de junio que reformará al mencionado poder, lo hacen porque
les quitará a los actuales ministros la vida regalada que se dan y no pasa semana que no
inventen algo o interpreten la Constitución a su antojo.