
La política del espectáculo
Los agoreros, la cultura y los prejuicios
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx
La lógica del acelere deja mal parados a todos aquellos que quieren desaparecer del planeta
a la 4T, Incluso algunos que no se suponen opositores. Antes de que se cumplan dos meses
de la toma de posesión del actual gobierno, ya plantean la negativa del despecho, en los
fracasos. Una cosa es la crítica y la advertencia, otra la definitividad de una opinión. Una de
éstas es sobre el sector cultura y algunas coordinaciones que desde luego tocan de cerca a
los críticos. Algunos soñaban con el puesto. Medios publican con cierta alarma la
disminución del 30.8 por ciento de presupuesto, pero no contaban con la astucia de Claudia
Sheinbaum, La presidenta está planteando que se destine parte del presupuesto que se
gastaba en los siete organismos autónomos que acaban de desaparecer, en la cultura. A la
par, hay un tema que se difunde poco, el aporte al PIB del sector cultura que es muy
importante si se analiza. Mientras ciertos sectores se molestan porque se invierte en música
por ejemplo, no se han informado sobre el aporte económico que pueden haber hecho
conciertos, festivales y otros eventos similares. Tampoco se ponen a pensar en que esas
bellas artesanías que se exhiben de las formas más diversas y tienen preferencia en el
extranjero que viene a México, son las que encabezan el aporte económico al sector cultura.
MIL MILLONES DE PESOS SE GASTABA EN EL INAI
EL presupuesto anual, que se aplicaba al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la
Información y Protección de Datos Personales, era tan largo como su nombre. Creó la
infraestructura de la Plataforma Nacional de Transparencia, así como del Sistema Nacional
de Transparencia. Es uno de los autónomos que más se ha defendido, pero cuyas facultades
serán sumadas a secretarías del estado. Y su presupuesto podrá ser distribuido, entre otros
sectores los culturales. El regreso de los autónomos al interior del ejecutivo, es una reversión
que hace propiamente el estado después de esa incursión que se hizo en pasados sexenios
para ampliar más allá de los tres poderes de la nación. Eso no solo generó burocracia y
mayor gasto presupuestal sino una deserción del estado, en la búsqueda de la autonomía
total cuando en realidad eran y algunos lo son todavía, mantenidos por el sector público. La
insubordinación pública de Lorenzo Córdova desde el INE y otras expresiones de similares
autónomos, ponían el dedo en la llaga de la validez tripartita del estado. Cosa que se ve
por otro lado en algunos representantes estatales como es el caso de Enrique Alfaro en
Jalisco, que se quiere zafar del yugo de la Federación, pero no de su presupuesto.
DESDE 1990 LOS AUTÓNOMOS EMPEZARON A TRANSITAR POR EL ESTADO
Fuera de la UNAM que ya era autónoma con anterioridad, la gran mayoría de los
autónomos empezaron a crearse a partir de 1990 con reforma constitucional y el Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), el Banco de México entre
ellos. Y luego el que sería el anterior del INE, el Instituto Federal Electoral (IFE), la ahora
cuestionada Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en 1999, y así por el estilo
hasta llegar entre otros a los que fueron eliminados, más los que todavía quedan que es el
caso del INE. El gasto extraordinario que representa es instituto, con la carga de las
prerrogativas de los partidos es algo que se ha recrudecido con los años, de ahí la urgencia
de terminar con algunos de ellos y dejar los que en este momento todavía pueden ser útiles.
De los desaparecidos puede salir para invertir en cultura que tanta falta le hace al mexicano.