Indicador político
¡SE LOS DIJE; CLAUDIA
SÓLO ES UN FLORERO!
¿No qué no?
¿No decían los “fanáticos morenistas”, que Claudia nunca permitiría ser
otro de los “floreros” de López Obrador?
¿No decían que era un invento de Ricardo Alemán que, con Sheinbaum
viviríamos un Maximato al mejor estilo de Calles, en México y de Perón, en
Argentina?
¿No aseguraban que, al concluir su mandato, Obrador se retiraría por
completo de la vida pública y que no metería las manos en el gobierno de su
criatura?
¿No juraban y perjuraban a favor de la supuesta independencia de “la
señora presidenta” y hasta la creían capaz de una impensable fortaleza para
sacudirse “al marcho” que la mangonea?
¿Y qué dicen ahora esos “fanáticos morenistas”, una vez que Obrador le
impuso a Claudia al gabinete completo, que le ordena qué hacer y qué decir
frente al nuevo presidente norteamericano, que le impuso a la señora Piedra al
frente la CNDH y que a diario le ordena “a quien atacar”, “a quien perseguir”
y, sobre todo, “qué callar”?
Lo cierto es que nadie puede negar lo que está a la vista de todos; que
“la señora presidenta” no es más que el “mayor florero” del dictador López
Obrador, a quien nada le importa “denigrar la investidura presidencial” para
demostrarle al mundo quien manda en México.
El problema, sin embargo, es que el agravio del sátrapa López no sólo
es contra la democracia mexicana, contra “la señora presidenta” y contra los
mexicanos todos, sino contra los derechos humanos, que con la señora Piedra
al frente de la CNDH, han sido y seguirán siendo letra muerta en México.
Grosero e intolerable agravio que, además, deja a los mexicanos en total
indefensión frente a los abusos de un Estado militarizado y de una autocracia
capaz de cualquier abuso de poder con tal de mantenerse en el poder.
Y es que, para entender la gravedad de la reelección de la señora Piedra
al frente de la CNDH, basta decir que, una vez aprobada la reforma al artículo
19 constitucional –que establece los nuevos criterios “de la prisión preventiva
oficiosa”–, todos los ciudadanos estaremos expuestos a ser llevados a prisión
por ocurrencias de distintas instituciones del Estado, sin que nadie pueda
defender nuestros derechos humanos, ante los abusos de la autoridad.
Esa indefensión y la virtual destrucción de la CNDH –al dejarla en
manos de una incondicional del dictador AMLO–, convierte a México y a su
gobierno en una dictadura pura y dura, lo que llevará al mundo a romper
convenios y tratados internacionales, como el propio Tratado de Libre
Comercio, TMEC.
Pero tampoco se trata de novedad alguna.
Y es que en el Itinerario Político del pasado 11 de noviembre del 2024,
titulado: “¡López Obrador aún manda en Palacio!”, dije que nadie sabía dónde
estaba el ex presidente, López Obrador, pero lo que todos saben es que sigue
siendo el “mandamás” de Palacio.
Así lo dije: “Lo que sí se sabe, es que el expresidente aún manda en
Palacio, lo que día a día relega más a la presidenta, Claudia Sheinbaum.
“Y si aún tienen dudas de que López sigue siendo el verdadero
mandamás en el segundo gobierno federal de Morena, sólo basta con un
recuento elemental de hechos, para confirmarlo.
“1.- La más escandalosa prueba de que Obrador sigue siendo el
“mandón” en el gobierno de la espuria Claudia, es la grosera imposición de
Rosario Piedra, en la terna para elegir a la nueva presidenta de la CNDH.
“Resulta que el ex presidente se empeñó en la reelección de la señora
Piedra, a pesar de que en la evaluación realizada por el Senado quedó en el
último lugar. Es decir, resultó reprobada.
“Sin embargo, y a pesar de lo grotesco que resulta la mano de López en
el intento de reelección de la señora Piedra, la “señora presidenta” no tuvo
más remedio que callar y acatar.
“2.- Por cierto, una lógica idéntica a la ocurrida durante la imposición
de todo el gabinete legal y ampliado de la presidenta Sheinbaum.
“Es decir que, en los hechos, Obrador le impuso todo el gabinete a su
sucesora, de tal manera que todos los secretarios de despacho y los directores
le reporta al ex presidente, antes que a la presidenta. El Maximato puro y duro.
“Y el mejor ejemplo son “las mañaneras”, donde casi a diario la
presidenta se apresura a citar a su mentor, por su nombre y de forma elogiosa,
para confirmar que sigue “los pasos de López””… (FIN DE LA CITA)
Sí, resulta de risa loca el servilismo de “la señora presidenta”, quien la
mañana de ayer elogió de manera desmedida a López, a quien le cantó las
mañanitas, por su cumpleaños.
¿Y ahora qué dicen los “fanáticos lopistas”?
¿Aún dudan que vivimos en un Maximato? ¿Dudan que Claudia no es
más que un florero?
Se los dije. Al tiempo.