Siembra Arde Bogotá Flores de Venganza
QUERÉTARO, Qro, 13 de septiembre de 2024.- Cada vez que el calendario marca un viernes 13, millones de personas alrededor del mundo sienten una mezcla de inquietud y temor.
Esta fecha ha sido considerada de mal augurio en diversas culturas, alimentando supersticiones y creencias que se han transmitido de generación en generación.
Pero, ¿por qué este día en particular se asocia con la mala suerte?
El origen de esta superstición es incierto, pero los historiadores sugieren que podría tener raíces tanto religiosas como culturales.
En la tradición cristiana, el número 13 es significativo porque se cree que en la Última Cena hubo 13 comensales, siendo el traidor Judas el último en sentarse a la mesa.
Además, el viernes es el día en que Jesús fue crucificado, lo que refuerza la asociación negativa.
Otras teorías señalan que en la Edad Media, un viernes 13 de 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó la detención de los Caballeros Templarios, lo que terminó con la caída de esta orden, cargando aún más de significado nefasto la fecha.
A lo largo de los años, esta creencia ha dado lugar a múltiples costumbres para evitar la mala suerte.
Algunas personas evitan viajar, firmar contratos importantes o realizar bodas en viernes 13.
En ciertos edificios y hoteles, se omite el piso 13, y en algunas aerolíneas no existe la fila 13 en los aviones.
Curiosamente, no en todas partes del mundo se considera el viernes 13 como día de mala suerte.
En algunos países de América Latina, como México, es el martes 13 el que se asocia con la desgracia. Un popular dicho reza: «En martes 13, ni te cases ni te embarques», señalando que este día también está cargado de supersticiones.
A pesar de la falta de evidencia científica que respalde las creencias sobre el viernes 13, es innegable que la fecha continúa generando intriga.
Psicólogos afirman que estas supersticiones reflejan el deseo humano de encontrar un sentido a lo desconocido y la necesidad de controlar lo impredecible.
Así, el viernes 13 sigue siendo una fecha que, año tras año, alimenta el misterio y el temor en quienes prefieren no tentar a la suerte.