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QUERÉTARO, Qro., 28 de mayo de 2024.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, describió este lunes como un trágico percance la muerte de civiles ocurrida la noche anterior durante un ataque israelí en un campo de desplazados en Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza. En una audiencia en el Parlamento israelí con familias de rehenes, Netanyahu afirmó: “Estamos investigando el caso, esa es nuestra política. Para nosotros, cada daño a civiles no involucrados es una tragedia”.
El ataque, que tuvo lugar en una supuesta zona segura en el barrio de Tal al Sultan, resultó en la muerte de al menos 45 personas, la mayoría de ellas desplazadas que se encontraban en un campamento improvisado no evacuado por Israel. Este incidente se suma a una guerra en Gaza que ya ha dejado más de 36 mil muertos, de los cuales más del 70 por ciento son civiles.
El Ejército israelí señaló que el ataque fue una operación precisa basada en Inteligencia con el objetivo de eliminar a dos altos mandos de Hamás presentes en un edificio en la zona. Sin embargo, admitieron que un incendio posterior causó un alto número de víctimas mortales.
«Antes del ataque, se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados, incluida vigilancia aérea, el despliegue de municiones precisas e información de Inteligencia adicional. Sobre la base de estas medidas se evaluó que no se esperaba ningún daño a los civiles”, explicó el Ejército en un comunicado.
El fiscal general militar, el mayor general Yifat Tomer Yerushalmi, ordenó al Mecanismo de Investigación y Evaluación del Estado Mayor abrir una investigación sobre el bombardeo. Esta entidad semidependiente, compuesta por exmilitares, también investigó hace un mes el ataque de Israel a un convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen, en el cual murieron siete empleados de la organización.
Durante una sesión extraordinaria en el Parlamento, a la que asistió Netanyahu a petición de 40 diputados, también estuvieron presentes familiares de los rehenes. Estos demandaron un acuerdo inmediato para su liberación y expresaron preocupación de que incidentes como el ataque en Rafah dificulten las negociaciones.
La oficina del primer ministro anunció la semana pasada que autorizó al equipo negociador a retomar las conversaciones en El Cairo, esperándose que esto ocurra mañana. No obstante, el liderazgo de Hamás ha insistido en que no hay acuerdo posible mientras Israel no acceda al fin de la guerra, una condición a la que Netanyahu se opone firmemente.