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QUERÉTARO, Qro., 10 de mayo de 2024.- El jueves, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desafió la advertencia de Estados Unidos sobre la retención de armamento, afirmando que Israel continuaría su ofensiva en la Franja de Gaza, incluso considerando una posible invasión a la ciudad de Rafah, a pesar de la oposición de su principal aliado.
La amenaza de retención de armamento por parte de Estados Unidos fue una respuesta al llamado del presidente Joe Biden para que Israel detuviera una operación que podría empeorar la catástrofe humanitaria en el territorio palestino. Sin embargo, Netanyahu declaró en un comunicado: «Si tenemos que luchar solos, lucharemos solos. Si es necesario, lucharemos con las uñas. Pero tenemos mucho más que uñas».
El contraalmirante Daniel Hagari, portavoz militar israelí, minimizó el impacto práctico de la retención de armamento, afirmando que el ejército tiene los recursos necesarios para sus misiones planificadas, incluida una potencial operación en Rafah.
Rafah, una ciudad densamente poblada con cerca de 1.3 millones de palestinos, se ha convertido en un foco de tensión, ya que Israel la considera el último bastión de Hamás. La posibilidad de una invasión israelí ha aumentado la preocupación por la seguridad de los civiles y ha obstaculizado aún más las operaciones humanitarias en la región.
La situación plantea un desafío diplomático significativo entre Israel y Estados Unidos, dos aliados tradicionales cuyas relaciones se ven tensadas por las diferencias en la estrategia y las políticas en el conflicto de Medio Oriente.