Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Muy duro se le está poniendo al rey Felipe de Borbón en España, despreciado públicamente por sectores que convalidaron al actual presidente Pedro Sánchez. Los argumentos sobre lo absurdo de que existan monarquías hereditarias de un país y de parte de su presupuesto, es algo ya muy comentado en el mundo y el asunto avanza, con lo que aportan ciudadanos del Reíno Unido y otros países con esas estructuras. Por lo general, las monarquías, de las que existen 28 en el mundo, están insertas política y e ideológicamente con los sectores poderosos de un país. En España eso sucede con el apoyo que tiene del franquismo. La salida abrupta de la sesión parlamentaria de apertura legislativa, en la que hablaba el llamado monarca, de parte de la vasca EH-Bildu, Esquerra Republicana de Catalunya, y el Bloque Nacionalista Galego consideradas las fuerzas independentistas, de izquierda y republicanas de ese país, ha causado gran impacto en el país ibero. La situación tensa se produce cuando aquí, en México, apenas hace unas semanas que se recompuso la relación económica con ese país, que años anteriores circuló con dinero de ganancias como si el nuestro fuera todavía su espacio colonial. El ejemplo son los bancos, que aún siguen con sus grandes ganancias.
CON EPN, EL REY ESPAÑOL ACTUABA EN MÉXICO, COMO FELIPE POR SU CASA
Los independentistas mencionados, han señalado no solo en esta ocasión que las monarquías son instituciones anacrónicas y en este momento del mundo representan estamentos que no respondes a los valores republicanos, de libertad, igualdad y democracia, que sería el caso de España. Las criticas se elevan a lo que cuesta mantener a una monarquía lujosa y gastadora que solo en Felipe se expresa en 269 296 euros anuales de gastos propios. Hubo un tiempo que se mencionaba el 10 por ciento del PIB, en un país que se acerca a los 48 millones de personas. La relación que tenía la monarquía española con el pasado gobierno era muy estrecha. Vinieron Felipe y su esposa Letizia a México, en varias ocasiones y ella tenía buenas relaciones con la llamada Gaviota esposa del mexicano. Se publicaban fotos donde el rey y el presidente estaban tomando vino, lo que generaba críticas para Peña Nieto por la forma de utilizar las copas. Las críticas no profundizaban mas allá. Sobre todo de como disfrutaban los dineros de un pueblo con necesidades como el español con otro que venía de un sistema que había creado en el país, 60 millones de pobres. La relación se veía por todo tipo de inversiones españolas desde el sexenio de Felipe Calderón. Pero en la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador se notó la diferencia de ese trato.
FELIPE DE BORBÓN NEGÓ EL PERDÓN SOLICITADO ANTE EL ABUSO INVASOR
En la toma de posesión de Andrés Manuel Lópec Obrador como presidente de la República, Felipe de Borbón fue dejado final en las presentaciones de invitados y el recién nombrado presidente lo mencionó con toda normalidad, sin ninguna distinción lo cual se notó en el rostro del español. Después vino la solicitud del gobierno mexicano a la representación monárquica que era la indicada, por el trato que habían vivido nuestros ancestros durante la invasión española que se prolongó por varios siglos. Nunca hubo una respuesta. Trascendió que Felipe no pensaba dar ninguna respuesta a la petición. Incluso hubo algunos serviles, como el condenado por plagiario Arturo Pérez Reverte que insultó a López Obrador por hacer tal propuesta. Por el contrario, Pedro Sánchez ha sido tratado bien por los gobernantes de Morena y la propia Claudia Sheinbaum le entregó las llaves de la ciudad. La salida de los independentistas del ceremonial del legislativo, sigue pesando en la república española y ha abierto los ojos en lo muchos españoles que reclaman que las monarquías ya no tienen espacio en este momento por su inoperancia y forma de vida y que deben de desaparecer.