Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Para la celebración del Día Mundial del Turismo de este año, la Organización Mundial del Turismo (OMT) centró como tema principal el «Turismo e inversiones verdes”, para lograr sacudir la consciencia global sobre el papel de la industria turistica y del turismo en general, en la sostenibilidad, y lo hizo en Riad ante 50 ministros de turismo del mundo.
Esta visión que pareciera nueva pero responde a varios esfuerzos globales, busca generar el equilibrio entre disfrutar de los paraísos naturales y culturales que ofrece el mundo, así como hacerlo de forma responsable protegiéndolo los destinos para protegerlos y preservarlos para las generaciones futuras.
El Secretario de la OMT, Zurab Pololikashvili enfatizó en la necesidad de que el sector intensifique las inversiones que beneficien a las personas a través de la educación y el empleo, invertir en destinos de antaño y nuevos con una reducción en la masificación y diversificar los beneficios, así como hizo un llamado para invertir en innovación y emprentidimiento con un enforme en la transformación verde
México, aclamado por su rica diversidad cultural y biodiversidad, es un protagonista destacado en esta discusión. Sin embargo, el camino hacia un turismo verdaderamente sostenible presenta notables obstáculos, especialmente bajo el prisma del su gobierno.
En nuestro país podemos ver reflejado en el espejo de las políticas glabales en comparación con las nacionales, y aunque tenemos un gran potencial, enfrentamos retos derivados de las prioridades de la actual administración. Grandes proyectos infraestructurales, como el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía, han sido objeto de debate por sus demostradas repercusiones ambientales y daño a las comunidades locales.
A esto se suma la política energética que tenemos, la cual ha privilegiado las energías fósiles en detrimento de las renovables. Tal orientación choca frontalmente con la visión de un turismo que busca reducir su huella de carbono y aprovechar las energías limpias.
Adicionalmente, recortes en áreas vitales como medio ambiente e investigación científica, reducen la capacidad de innovación y adaptación del país. Por último, la visión a corto plazo, característica de muchos gobiernos, restringe la planificación sostenible que demanda el sector turístico.
Pese a los desafíos, no todo es sombrío. México también ha demostrado tener la capacidad de reinventarse y adaptarse. Las iniciativas del turismo ecológico que ya prosperan en algunas regiones del país son testigo de ello. La clave radica en un cambio profundo en las políticas públicas, reconociendo la sostenibilidad no solo como una moda pasajera, sino como una urgente necesidad. Para ello, es imperativo promover la formación ecológica en el sector turístico, diversificar la oferta de destinos para descongestionar los más populares y apostar fuertemente por la innovación y el emprendimiento verde.
El Día Mundial del Turismo 2023 no solo es una celebración, sino también un llamado a la acción. México, con su riqueza y diversidad, tiene la llave para abrir la puerta a un futuro turístico más verde y responsable. Aunque la travesía no será sencilla, las recompensas, tanto para el país como para el mundo, serán invaluables y aunque no es de interés acutal, es hora de actuar y reinventar el turismo en México, con una mirada puesta en el futuro y en el bienestar de nuestro planeta.