Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
La inseguridad en el país, la pérdida y degradación desde 2021 de la categoría de seguridad aérea para México, y la falta de estrategia para su posicionamiento; están afectado y dejando cicatrices en uno de los principales motores económicos de la nación, el turismo.
Esto, ha generado turbación en varios rubros y los podemos apreciar en los informes del Centro de Investigación y Competitividad Turistica Anáhuac (CICOTUR). El primero, es el impacto en las Aerolíneas Nacionales. Tras la degradación de la calificación en seguridad aérea, las aerolíneas mexicanas experimentaron un serio revés. La participación de estas compañías en el mercado aéreo estadounidense disminuyó dramáticamente, dejando de transportar a 3 millones 88 mil 308 pasajeros.
La incapacidad del gobierno mexicano para subsanar estas deficiencias y recuperar la categoría de seguridad ha perpetuado una crisis en un sector ya azotado tanto por el propio gobierno de México, como por las circunstancias globales.
Además, se ha generado un duro golpe al tener pérdidas importantes en los mercados prioritarios de emisores de turistas a nuestros destinos, generando un panorama aún más complejo cuando observamos las cifras recientes.
Durante julio de 2023, las visitas desde mercados emisores claves disminuyeron notablemente en comparación con el mismo mes del año anterior: Estados Unidos cayó en un -5.8%, Canadá en un -1.5%, Colombia en un -31.2%, Gran Bretaña en un -20.8%, Argentina en un -14.4%, Francia en un -5.6%, y España en un alarmante -29.6%.
La falta de rumbo, o que por lo menos que existiera algún tipo de orientación, es una de las principales causas de este desastre. Desde el principio de la actual adminsitración, no hay una estrategia, ya no digamos eficaz, para contrarrestar estos números, y eso ha sido evidente.
No contamos con una política turística, todo se ha quedado en el espacio frívolo de visitas que no generan nada y que han demostrado falta de resultados mínimos demostrando es inadecuada. El secretario de Turismo Miguel Torruco Marqués, inaugura y visita foros nacionales e internacionales, pero no ha generado apoyos, ni tampoco resultados al grado tal que, en el Quinto Informe del Presidente López Obrador, la industria es casi inexistente.
Ante este panorama y si México quiere que su industria turística no solo sobreviva sino que prospere, de la misma forma como lo estaba haciendo en los 15 años previos a la actual administración, hay mucho trabajo por hacer, pero este trabajo, una vez más, este no vendrá del gobierno, será el empresariado, y profesionales de la industria, los que con acciónes decisivas continuarán siendo la clave para detener el declive y caída libre del tema, cuyas consecuencias económicas a largo plazo para el país serán desastrozas.
Una vez más, los funcionarios públicos que cobran del pago de nuestros impuestos y deben rendir resultados, generar e implementar las políticas, acciones y programas necesarios para responder a este delicado tema, dejarán que el país siga en picada como lo han hecho estos 5 años, continuarán en su espacio superficial y el único aliciente es que sólo les queda un año.