Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
La falta de eficiencia en la gestión de la operación del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), así como una ausencia de un modelo de negocio y posicionamiento del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), cuentan hoy con una opción para ser resuelta, la publicación de un decreto del Gobierno de México que sólo exhibe su falta de oficio y exalta necedad, así como deja en claro que lo que menos les importan son las personas trabajadoras y pasajeros.
La reducción de 52 a 43 operaciones a partir del 29 de octubre está basada en todo, y a la vez en nada. Para citar un ejemplo sobre lo referido, podemos ver en el punto uno de la resolución publicada en el Diario Oficial en el que refieren que la reducción a 52 horarios de slots en AICM se dije que no se disminuyó el número de pasajeros y al contrario se incrementó porque aseguran, las aerolíneas cambiaron de aeronaves. Como puede observar, este argumento nada tienen que ver con los slots que son las operaciones de despegue y aterrizaje, y no sobre la capacidad del avión para transportar a pasajeros.
También se presentaron dos estudios, uno generado por Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), que se refiere sólo a la capacidad en el espacio aéreo y lado aire y que nadie de la industria conoce; así como habla del estudio de Capacidad de Niveles de Servicios de Edificios Terminales del AICM por parte de la Dirección General de la Agencia Federal de Aviación Civil.
Es curioso que no integraran en el decreto un estudio sobre las consecuencias de la falta de inversión de recursos federales y uso de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), cuya naturaleza es para el mantenimiento, servicios y operaciones de las terminales aéreas mismo que hoy son utilizados para pagar los bonos de deuda que generó el actual Gobierno de México por la terrible decisión tomada de eliminar la construcción del Aeropuerto de Texcoco. Por cierto, algo que faltó en el decretazo es cómo resolverán que el AICM continué con el pago de esos bonos ya que sin menos operaciones recibirá menos TUA.
Además, este es un intento más para generar tráfico en el AIFA pues están obligando a las aerolíneas, a su personal, a sus operaciones, a las empresas de servicios y a los pasajeros, a mudarse a una terminal que sufre de vías de comunicación, conexión y tiene ineficiencia en su modelo de negocio y posicionamiento. Recordemos que en febrero pasado también de forma unilateral cerraron el AICM para operaciones de carga para pasarlo al AIFA, sin importar la falta de infraestructura, vías de comunicación ni conexión.
Tampoco hemos escuchado del Gobierno de la Ciudad de México opinar sobre el daño económico que le genera la Federación al reducir cada vez más al AICM que es el único aeropuerto capitalino y genera una importante derrama económica para la ciudad. El AIFA pertenece al Estado de México.
Esta decisión no seria y arbitraria tomada el día de hoy, lacera también a los trabajadores. Sin importar lastimar los derechos laborales, están obligando a las y los trabajadores a mudarse a un lugar que no tiene desarrollos de vivienda, un transporte público de conexión eficiente, ni vías de comunicación. Muchos quedarán desempleados al no tener opciones para cambiar su residencia.
Una vez más podemos apreciar el nivel de gobierno de tenemos, si bien estamos ya acostumbrados, no nos dejan de sorprender. El turismo no les importa, la generación de PIB no les es relevante, los derechos de los trabajadores los pueden omitir, y el servicio a usuarios no saben lo que significa. Sólo les queda un año y desafortunadamente tienen mucha prisa por continuar ahora con mayor velocidad generando un daño mayor a México.