Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
RICARDO ALEMÁN
Ya resulta escandalosa la tendencia oficial –del partido en el poder y de sus gobiernos municipales, estatales y el federal–, de violar la Constitución sin que a nadie le importe.
Incluso, a diario, el propio presidente mexicano toma decisiones, dicta instrucciones y emite decretos que violentan la Carta Magna y no hay una sola acción oficial que lo sancione.
Y si el presidente es el principal violador de la Constitución y hasta fanfarronea con sus lances violatorios de la Ley Suprema, entonces todos imitan al presidente y se multiplican los violadores tumultuarios del máximo ordenamiento legal.
Y por eso sin pudor algunos los aspirantes presidenciales de Morena violan la Constitución; la violan los dirigentes, igual que legisladores federales, locales, presidentes municipales y, sobre todo, gobernadores.
Es decir, todos en Morena y en sus gobiernos parecen seducidos por el “deporte político de moda”: la violación de la Constitución.
Y por eso obliga preguntar: ¿A quién le importa esa compulsión tumultuaria contra al Ley Suprema?
¿Por qué nadie resulta castigado por violentar el máximo ordenamiento del país? ¿De que sirve una Ley Suprema, si nadie la respeta y si los principales responsables de “cumplir y hacer cumplir la Constitución” se mofan de sus postulados?
Pero lo más preocupante es que Obrador es el principal violador de la Ley Suprema, a pesar de ser el principal obligado a “respetar la Constitución y las leyes que de ella emanan” y a pesar de que en su toma de posesión exigió que “la Nación me lo demande” si no respetaba la Carta Magna.
Pero si lo han olvidado, abundan los casos de escandalosa violación de l postulado legal supremo.
1.- Uno de los ejemplos más escandalosos de la violación constitucional es la desaparición de las Normas Oficiales Mexicanas en materia de salud.
Se trata, como todos saben, de los estándares mínimos que debe cumplir el gobierno para dar cumplimiento al derecho constitucional de la salud.
2.- Esa violación a la Constitución, que en los hechos resulta un “crimen de lesa humanidad”, ya habría costado el cargo a cualquier presidente o jefe de Estado en toda nación democrática. Aquí, sin embargo, no pasa nada.
3.- Pero el crimen contra la salud de todo el país va más allá, si echamos una mirada a la destrucción del sistema de salud de todo el país; empezando por la destrucción rencorosa del Seguro Popular, del Insabi, del sistema de compra de medicamentos y el desvío de recursos públicos para las obras faraónicas, a costo de la salud y la vida de millones de mexicanos.
4.- Por otro lado, apenas en días pasados, el propio presidente dictó las reglas para arrancar la sucesión presidencial al interior de Morena.
Pues resulta que tales reglas no sólo violan la ley electoral vigente, sino la Constitución y… de nueva cuenta nadie dice nada, si acaso tenues expresiones opositoras que más bien parecen gritos en el desierto.
5.- Al mismo tiempo, los cuatro aspirantes designados por el presidente; Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, arrancaron sus precampañas en abierta violación a la ley y a la Constitución.
¿Y a quien le importa esa violación? ¿Quien sanciona los actos anticipados de campaña?
Nadie, porque el INE y el Tribunal Electoral están muertos. Y la mejor prueba es que ayer los consejeros del Instituto se reunieron ayer con AMLO, para confirmar que son lacayos de Palacio.
6.- En la reciente elección del estado de México, por orden presidencial, todos los gobernadores de Morena acudieron a la entidad mexiquense a realizar proselitismo; cientos de miles de acarreados; compra masiva de votos y todo tipo de irregularidades que nadie quiso ver y menos denunciar.
7.- Un reciente recuento de prensa reveló que las “mañaneras” y el presidente Obrador son el espacio y el servidor público que más ha violado la Constitución en materia electoral.
En los primeros cuatro años del gobierno de AMLO, el presidente ha violentado más de 130 ocasiones la ley electoral y la Constitución, al meterse a los procesos electorales en todo ese tiempo. Y lo peor es que ha incurrido en desacatos judiciales reiterados, sin que nadie se atreva a decir nada.
8.- Pero acaso la mayor violación constitucional sea la claudicación del Estado frente al crimen y la violencia; una rendición que ha costado la vida de más de 150 mil ciudadanos en hechos violentos y la desaparición de un mexicana cada hora; además de la epidemia de feminicidios e infanticidios.
Por eso volvemos a preguntar.
¿De qué sirve la Constitución mexicana, si todos la violan a diario, empezando por el presidente López Obrador?
¿Hasta cuando?
Al tiempo.
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