Líneas Quadratín
Dr. Juan I. Valiente Banuet/ITESM
El sector agroalimentario enfrenta retos que van desde lo social como pobreza, inequidad y envejecimiento de la población; lo técnico-productivo como el uso de tecnologías tradicionales y problemas relacionados con menor disponibilidad de agua, presencia de plagas y enfermedades; lo económico como un reducido acceso a insumos y financiamiento; y el cambio climático que plantea un incremento en la temperatura media, afectaciones en los patrones de precipitación pluvial y una mayor siniestrabilidad, entre otros.
No obstante, el sector agroalimentario se constituye como un factor de desarrollo debido en parte a un incremento en el ingreso por exportaciones. Actualmente México exporta una amplia variedad de productos como vegetales y frutas frescos, productos alimenticios procesados, licores destilados, productos pecuarios y de especialidad, entre otros.
Un factor que ha cobrado relevancia en años recientes es la “agricultura digital” que se refiere a la introducción de tecnologías digitales para integrar la cadena de valor agroalimentaria desde la producción en campo hasta la experiencia del consumidor. Ejemplos de tecnologías digitales incluyen las tecnologías inalámbricas para medición de datos, robótica, inteligencia artificial utilizando monitoreo geoespacial y percepción remota,así como la aplicación “a la medida” de agua y agroquímicos, entre otros.
Actualmente los sistemas agroalimentarios comienzan a incorporar software de manejo de sistemas agrícolas, Internet de las cosas (IoT), percepción remota basada en drones eimágenes satelitales, inteligencia artificial, robótica y automatización. Estas tecnologías permiten tener sistemas de producción agroalimentaria más eficientes al producir más productos con menos recursos.
La cuarta revolución industrial está revolucionando la producción de alimentos al mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la producción, reducir riesgos y contribuir a la seguridad de nuestro futuro agroalimentario. La agricultura está cambiando y es responsabilidad de lasinstituciones educativas preparar a los estudiantes con una visión clara de las nuevas tecnologías para que puedan aprovecharlas y contribuir a un futuro agroalimentario más seguro y sostenible.