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GUDALAJARA, Jal., 27 de diciembre de 2022.- Para que Karla llegara en adopción a la familia de la pareja formada por Carmen y Carlos, sus ahora padres, tuvieron que pasar nueve meses, casi el tiempo que dura un embarazo, realizando un sinfín de trámites.
Un proceso que ahora esperan reducir en su realización a tres meses, y así llevar estabilidad emocional, psicológica y jurídica a cientos de infantes que esperan una familia y que viven en alguno de los cien albergues que hay en Jalisco.
El gran reto para el próximo año es que disminuya el número de niñas, niños y adolescentes institucionalizados, y sean reintegrados a sus familias o se concreten adopciones, garantizando un entorno favorable que le brinde una buena calidad de vida y tenga un impacto positivo en su desarrollo, informó la Procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA), Lourdes Sepúlveda Huerta.
Unos de los últimos datos de la PPNNA señalaban que, cuando inició la pandemia por el Covid 19, había casi cinco mil niños que vivían en un centenar de casas hogar, hasta donde llegaron víctimas de delitos, porque sus padres se encontraban envueltos en un proceso legal o porque los depositaron al no poder mantenerlos.
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