Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
La investigación primordial de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (COVAJ) que encabeza el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación Alejandro Encinas, es encontrar a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Eso lo ha ratificado el propio funcionario, frente a la movilización opositora que quiere utilizar el caso para echarse encima de la 4T. La posición del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) al mencionar una situación de crisis y pérdida de la credibilidad de parte de los padres, ha criticado a la propia COVAJ. Por lo que se desprende de todo esto, es que según el grupo, hubo un aceleramiento en el caso que obstruyó posibles resultados, con la intención de llegar al descubrimiento fundamental. Pero al respecto, en entrevista, Encinas recalcó que la intención de encontrar a los normalistas es superior a las otras situaciones, como la propia judicialización de la misma. Y en efecto para la opinión pública no hay nada más que el deseo mil veces expresado por los padres de encontrar a los jóvenes, con la esperanza en algunos de ellos de que todavía haya vida que rescatar. A 8 años de los sucesos, con padres desaparecidos y un cambio en la vida del resto porque es perentorio sobrevivir, la investigación puede estar apoyada en parte a nivel judicial pero según Encinas la búsqueda no se ha detenido nunca. Es lo prioritario.
BAJEZAS Y AGRESIONES Y ENCINAS INSISTE: LO IMPORTANTE ES HALLARLOS
Solo los que tienen la intención de utilizar el caso tan triste de los normalistas, lo han convertido en un factor político, ahora contra Alejandro Encinas, que es el segundo funcionario de la 4T en ser satanizado… Antes lo fue Hugo López Gatell, los dos que concentran el odio que tienen hacia López Obrador. El caso de los 43 ha sido el camino para agredir a un funcionario honesto como el subsecretario y socavar con una descalificación que está lejos de serlo. Que se haya sumado el GIEI en ese manejo es natural. No hay que olvidar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que apoya al GIEI, es parte de la OEA el desacreditado organismo internacional que está puesto en la pícota. Los expertos de ese organismo, dos de Colombia, uno de Chile, otro de Guatemala y otro de España, han tenido chamba por largos años desde que fueron aprobados en noviembre de 2014, casi dos meses después de los hechos. Pero pese a los obstáculos que tuvieron esos expertos, lograron acumular muchos datos y pruebas.
EL GIEI SE LANZA CONTRA ESTE GOBIERNO COMO SI FUERA EL CULPABLE
En abril de 2016 el GIEI terminó sus funciones en el país y antes de irse dejó veinte recomendaciones que comprometían seriamente al gobierno de Enrique Peña Nieto. El GIEI retornó a sus lugares de origen. Al parecer el gobierno de Peña Nieto no quedó muy satisfecho con ellos, ya que criticaron ampliamente la verdad histórica y los obstáculos que impuso ese gobierno a su investigación. En enero del 2020 retomaron a petición de varios organismos entre ellos el clerical Padre Pro. Para entonces ya estaba instalada en el gobierno la COVAJ que profundizaba en el caso, tomando como perspectiva central la búsqueda de los muchachos. En ese inter hubo liberación de indiciados, al grado de liberar en Tamaulipas a acusados de homicidios y tortura. Antes se hablaba ya de 142 liberados. El día 31 de octubre de este año que feneció el nuevo contrato del grupo, ahora reducido a cuatro, dos de los cuales se quedaron, aumentaron las críticas a Encinas y contra la COVAJ, ratificando de acuerdo a ellos, carencia científica y la pérdida de credibilidad de los padres. La oposición ha tomado el caso para hacer una de sus campañas de siempre, pero Encinas los ha parado con su postura avalada por AMLO; “nuestro propósito es encontrar a los 43”. La judicialización vendrá después.