Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Lo que vimos el pasado fin de semana en todo el país es apenas una muestra de lo que son capaces de hacer en el partido oficial, Morena.
Una muestra de que no están dispuestos a dejar el poder por la vía legal y civilizada y que recurrirán a todos lo imaginable para impedir la victoria de los opositores.
Y una muestra de “la incultura democrática” de militantes y dirigentes del partido oficial y del tipo de elección a la que aspiran; sin árbitro, sin reglas y, en especial, un proceso en donde resultará ganador aquel que cuente con más dinero para el acarreo, la compra de votos y todo tipo de triquiñuelas y trampas imaginables.
Un ensayo de lo peor que puede existir al interior de un partido político –la carnicería entre hermanos–, y de lo que son capaces de hacer para cumplir las órdenes del “amado líder”.
Y es que en la elección de consejeros al Congreso Nacional de Morena –del que saldrá el candidato presidencial–, se confirmó que en ese partido sólo existe un mandón, un dueño, y que sus ordenes son cumplidas a costa de lo que sea; incluso del mayor fraude de la historia y del mayor escándalo imaginable.
En efecto, la “carnicería” en la que se enfrascaron los “morenistas” –cuando el partido oficial apenas ha superado el primero de los obstáculos rumbo al 2024–, confirma que los principales enemigos de Morena son sus líderes y militantes; cuya cultura política imperante es la trampa, el fraude, el engaño y la imposición.
Y es que, en efecto, se llevó a cabo un descomunal fraude con el único objetivo de favorecer a Claudia Sheinbaum, quien desde hoy ya puede ser llamada “candidata presidencial” de Morena, para el 2024.
Pero también ya se puede hablar de las primeras diez lecciones que dejó “el cochinero” que vivieron en Morena el pasado fin de semana, en todo el país.
1.- Queda claro que el “dedazo” disfrazado de elección abierta a los militantes –que fue otra de las ocurrencias de López Obrador–, sólo consiguió catalizar la guerra civil que acabará por lanzar fuera del partido a por lo menos dos de sus precandidatos presidenciales.
2.- El primero de ellos, Ricardo Monreal, ya rompió con Morena y con su dueño y muy pronto empezará su cabildeo con los opositores de PRI, PAN y PRD, con quienes negociará –por lo menos–, la candidatura al gobierno de la capital del país.
3.- El segundo, Marcelo Ebrard, está a punto de seguir los pasos de Monreal, ya que le quedó claro que no basta con tener el control del partido –mediante un incondicional como Mario Delgado–, ya que el verdadero dueño, López Obrador, se encargó de diseñar las trampas y el cochinero del pasado fin de semana para favorecer a la que será la ungida para el 2024; Claudia Sheinbaum.
4.- Y es que, en efecto, el nada democrático proceso de selección de delegados al Congreso Nacional de Morena, fue una puesta en escena para favorecer a la jefa de gobierno de CDMX, quien es la única que garantiza la docilidad absoluta al “amado líder”; condición indispensable para el Maximato que pretende imponer López Obrador.
5.- Pero lo más importante es que luego del “cochinero” del pasado fin de semana queda claro que Marcelo Ebrard tenía razón cuando de manera pública pidió “piso parejo” en la contienda interna de Morena para elegir al aspirante presidencial.
6.- Pero el verdadero mensaje de fondo fue la respuesta de López Obrador, quien dijo que “era hasta ofensivo hablar de piso parejo”, ya que la militancia de Morena no se deja engañar.
Lo cierto es que el fraude del pasado sábado y domingo confirmó que no existía “piso parejo” y que “los dados estaban cargados” a favor de la preferida de Palacio; la jefa de gobierno de CDMX.
7.- Y por tanto obliga la pregunta: ¿Qué van a hacer, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, frente al “cochinero” del pasado lunes montado para legitimar a la señora Claudia?
8.- La respuesta está a la vista de todos. Ricardo Monreal ya anunció que no participará en el montaje de consulta para seleccionar al candidato presidencial por Morena..
9.- En su momento le seguirá Marcelo Ebrard, quien ya estableció puentes con la alianza opositora para buscar ser incluido en sus listas de potenciales aspirantes a la presidencial del 2024.
10.- Al final de cuentas existe el riesgo real, para Morena, de que sus aspirantes desdeñados, los señores Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, terminen por establecer una dupla que pudiera ser ganadora para el 2024, por la vía de la alianza PRI, PAN y PRD.
¿Tendrán las agallas, Ebrard y Monreal, de enfrentar en las urnas a López Obrador? Al tiempo.