Teléfono rojo
Luis Felipe Torres Gómez, Profesor de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey Campus Querétaro.
En entornos altamente cambiantes, como el actual, uno de los retos que las empresas enfrentan asociado al nivel de incertidumbre es el dilema de la obtención de los resultados de corto plazo contra la planeación a futuro.
Ante los cambios abruptos, la búsqueda por la supervivencia, resultados de corto plazo, se vuelven una necesidad imperiosa para la dirección de la empresa. Por el otro lado, los miembros del Consejo de Administración tienen como mandato el desarrollo futuro de la empresa, el crecimiento, la diversificación, las inversiones, entre otras, y el seguimiento al cumplimiento de los objetivos de corto plazo sin perder de vista la alineación y el propósito organizacionales. Ante esta disyuntiva, inversión contra ahorro, fuente de conflictos potenciales, la intención estratégica requiere ser reformulada ¿Cómo lograrlo?
¿Cuáles son algunas de las prácticas que promueven el éxito de las empresas en entornos altamente cambiantes, en el reajuste de sus estrategias?
De acuerdo con Deloitte, 2020, el trabajo conjunto entre la dirección de la empresa y la junta directiva son claves en la anticipación del desarrollo estratégico de la empresa para crear una base sólida para el futuro. El modelo propuesto contempla tener un Consejo de Administración enfocado en el futuro con consejeros competentes, con habilidades complementarias, organizados en comités y con mecanismos de evaluación que permitan dar seguimiento al desempeño del Consejo y de la Dirección de la Empresa.
Es importante que la Cooperación entre los miembros del Consejo y la Dirección de la Empresa, las Competencias de los miembros del Consejo y su Conducta de visión de futuro estén alineados. Estos tres elementos Deloitte los llama las tres “C”.
Es importante que tanto el Director General como el Presidente del Consejo de Administración tengan claros sus roles. El primero es quién guía los destinos de la empresa y el segundo es quién supervisa su gestión. El presidente debe mantener una visión objetiva y de largo plazo a nivel del Consejo para garantizar que se tomen decisiones de gestión prudentes. La colaboración y la alineación son claves para el éxito.