El presupuesto es un laberinto
Dra. Lisdey Espinoza Pedraza, Directora de Carrera de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro.
La salida de Angela Merkel sume en incertidumbre a Alemania que se enfrenta a complicados. Merkel pasará a la historia como la primera mujer en la cancillería alemana y como la segunda líder más longeva. Se retira de su cargo a una semana del récord del canciller más longevo, Helmut Kohl, quien gobernó de 1982 a 1998.
Merkel vio pasar a 4 presidentes estadounidenses, 5 primeros ministros británicos, 8 ministros italianos, 4 presidentes franceses y logró sobrevivir 4 crisis que marcaron su administración: La financiera; la de deuda europea; la de refugiados; y la actual pandemia. Tiene mérito de elevar el perfil y la influencia alemana en Europa; mantener unida a una Unión Europea dividida y conflictiva: reducir el nivel de desempleo y deja finanzas más saludables; pero deja también un récord de deficiencias en digitalización de servicios gubernamentales; reducida inversión en infraestructura; pocos avances en políticas verdes; una transición fracturada y el descalabro de su propio partido al perder las pasadas elecciones.
Bajo el liderazgo de Scholz, el Sozialdemokratische Partei Deutschlands (SPD) ganó con poco más del 25%, suficiente para negociar tanto con el Partido Verde como con el Freie Demokratische Partei (FDP) una coalición. Dada la dificultad para alcanzar terreno común entre 3 partidos, la paciencia y capacidad de persuasión del nuevo canciller serán puestos a prueba. Scholz no tiene un futuro sencillo. El principal reto a corto plazo es darle significado concreto a la “autonomía estratégica de la Unión Europea” que pretende dotar a la Unión de mayor soberanía en seguridad después de la salida de EU de Afganistán y la firma de AUKUS, elpacto de seguridad trilateral entre Australia, el Reino Unido y los EU.
A largo plazo, se enfrenta al lento pero consistente incremento del poder de Alternative für Deutschland (AfD) partido de extrema derecha que en la elección pasada en las regiones de Turingia y Sajonia logró obtener un cuarto de los votos. El AfD está capitalizando las fallas electorales de Merkel y la posible obligatoriedad de las vacunas para ampliar su base. El creciente retroceso democrático en Polonia y Hungría debe ser preocupante también ya que son países de alta importancia económica para Alemania. El mayor acercamiento con Rusia, como resultado del gasoducto Nord Strom 2 está causando sospechas en Europa del Este avivando los viejos fantasmas del pasado nazi alemán. Sumemos el reto del resurgimiento chino y el panorama se complica aún más.
Es cierto que las elecciones no se pelean, ni se ganan, en política exterior. Pero tanto los votantes como el nuevo gobierno alemán harían bien en recordar que la prosperidad alemana depende, en gran medida de la seguridad y estabilidad de sus vecinos. El nuevo canciller necesita encontrar el balance perfecto entre todas estas cuestiones y no empeorarlas.