Líneas Quadratín
Salinas podría salvar al PRI y a la Alianza Opositora
Debemos desconfiar unos de otros. Es nuestra única defensa contra la traición.
Tennessee Williams (1911-1983) Dramaturgo estadounidense.
Inmersos en un universo de arrepentimientos, el Partido Revolucionario Institucional, perdió identidad, presencia en el electorado y, lo peor de todo, es ahora sinónimo de corrupción e ineptitud.
Pero, ¿el paso del PRI por el gobierno en 8 décadas fue un desastre total?
Necesitamos hacer una reflexión histórica del inicio del paso del priismo desde sus orígenes. Plutarco Elías Calles fundó el Partido Nacional Revolucionario, un año después de dejar el poder; 9 años después fue convertido en Partido de la Revolución Mexicana y en 1946 se convirtió en las siglas que ahora tiene: PRI.
Durante 76 años mantuvo el poder. En ese tiempo fue el semillero, la cuna, de la clase político que ha dominado al país, hasta nuestros días con el PRD y Morena.
Como un instituto formador de líderes, paso décadas. Desde ahí impulsaron a gobernantes del PRI, PRD y Morena. Desde ahí instrumentaron estrategias para que la clase dominante, no sólo económica y social, sino política, controlara la vida de las generaciones de post revolución.
El origen de ese partido, fue una idea de Elías Calles Campuzano, para darle ideología a las inquietudes de poder y dinero de los generales revolucionarios que se habían apoderado de haciendas y propiedades, después del movimiento armado de 1910 a 1917.
No estaban conformes con el dinero saqueado, sino que ahora querían posiciones políticas en el marco de la Constitución de 1917, para afianzar sus riquezas y acrecentarlas.
De ahí en adelante, con sus trampas para mantenerse en el poder por 7 décadas consecutivas y sus cambios coyunturales, para estar en el concierto de Occidente, generó cambios en el país.
Salvo el paso de 12 años de Acción Nacional, con Vicente Fox y Felipe Calderón, el resto ha sido gobernador por priistas.
Incluso Andrés Manuel López Obrador, es de cuna priista y el PRI es la madre de Morena.
Mal que peor, presidentes priistas hicieron el país que tenemos. Podríamos haber estado mejor, pero las fuerzas políticas fueron monolíticas y se aglutinaron en una sola fuerza.
Aunque el pueblo mexicano no le debe nada a ningún gobernante o gobierno, incluido el de Andrés Manuel López Obrador, los procesos electorales están plagados de decisiones emocionales y de manipulación mediática, instrumentada desde el Ejecutivo Federal.
Así, el presidente sucesor destruye la imagen de su antecesor, que indudablemente, fue un desastre. De lealtades, sólo se da en no meterlos a la cárcel por sus violaciones sistemáticas de la Constitución e incluso de decisiones tomadas de manera absurda, corrupta o en perjuicio de la sociedad y los intereses del país.
Nadie se salva. Todos son iguales en ese camino: PRI, PAN y Morena, actualmente. Son idénticos en los gazapos.
No podemos decir que México quedó sumido en la mediocridad. Poco a poco, con el priismo, desde Carlos Salinas, el presidencialismo fue disminuyendo. Con Ernesto Zedillo, prefirió entregar el poder al PAN, para evitar traiciones como la de él con Salinas.
Con un acuerdo innombrado, de Zedillo con Vicente Fox, le dio impunidad a Ernesto. Entre panistas no se pegan, aunque sean enemigos. Así de tersos son los cambios de gobierno entre panistas, aunque el antecesor haya sido torpe y/o corrupto.
Fue así como llega enrique Peña Nieto, quien desde el caso Ayotzinapa, estaba sentenciado a ir a la cárcel. Si hubiera ganado el priista José Antonio Meade, su gobierno hubiera sido tan débil, que hubiera necesitado meterlo a prisión para consolidarse. Si el ganador fuera Ricardo Anaya, el panorama sería devastador para EPN. Claro, que con Peña iría todo el paquete completo: Luis Videgaray y otros funcionarios.
La selección de AMLO es por simple eliminación. No importaban los priistas, ni el país (versión PRI). Sólo que se diera un acuerdo entre AMLO y EPN, para evitar un juicio político que sería aniquilador para la oposición mexicana. Además, no tendría necesidad de meter a la cárcel a Peña, ya que es el personaje que, por sus orígenes políticos, no necesita reivindicarse.
Pero, pese a esas historias de terror político, el PRI no estaba perdido en el mundo electoral. Pero sus dirigentes son los que se siente avergonzados con sus expresidentes, en especial de Carlos Salinas.
No soy salinitas, ni aspiro a serlo. A Carlos Salinas lo considero igual que a todos los que se han sentado en la silla maldita de Palacio Nacional. Ninguno merece un reconocimiento de la historia.
Pero en materia de propaganda, les recomiendo, sin cobrarles mis honorarios, que el PRI que no se dejen llevar por las campañas propagandísticas de Zedillo, en contra de Salinas.
Si el “innombrable” provoca tanto escozor a la Cuarta Transformación, pues tomen como bandera a ese expresidente. Muestren las bondades de su gobierno. No debe ser el consumo nacional, sino internacional.
Y, reitero, me vale un pepino la reivindicación de Salinas, pero en la estrategia electoral, podrían sacar un poco de votos en los contrastes del bautizo neoliberalista de Salinas (con lo que podrían ser sus bondades, que si las hubo), hasta la política de la cuatrote.
Si toman la bandera salinista, podrían tener algunos votos más. Es un error de Alejandro Moreno, alito, avergonzarse de sus anteriores dirigentes. Su ignorancia en estrategias electorales, políticas y de comunicación, los hunden día a día.
Salinas, podría salvar el PRI y a la alianza Opositora.
PODEROSOS CABALLEROS
ISSSTE
Al dejar vacante la dirección del ISSSTE, Antonio Ramírez, para irse como aspirante de Morena a la gubernatura de Oaxaca, nos lleva a la reflexión que la dirección de una institución médica de los trabajadores del estado, debe ser para un médico. Asó sobresale la figura de Ramiro López Elizalde, Director Normativo en Salud de ese instituto, un neurocirujano especialista en cirugía de la base de cráneo y quien organizó la lucha contra la pandemia con eficacia.
CEBOLLAS SIN SALMONELA
Un escándalo cuando en Estados Unidos acusaron a los agricultores mexicanos exportarles cebollas con salmonela. Pero, cuando el Doctor Francisco Javier Trujillo Arriaga, de la autoridad sanitaria de la Secretaría de Agricultura del Gobierno de México, aseguró que luego de dos semanas de investigaciones científicas y muestreo en campo, no existen rastros de la bacteria de salmonela en el estado de Chihuahua, nadie hizo el anuncio con la misma fuerza que los estadounidenses. En ese sentido, anunció establecer un programa de certificación desde cosecha a exportación, llamado Lista Verde. Es un reconocida por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de Estados Unidos.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
COTEMAR
Por sexto año consecutivo, Cotemar fue acreditada con la Certificación Achilles, una condición indispensable para realizar proyectos estratégicos con Pemex. La Certificación Achilles corrobora que Cotemar sigue los estándares del Supplier Information Management Community of the South American Oil and Gas Industry (Siclar, por sus siglas en inglés) en cuanto a responsabilidad corporativa, seguridad y salud, calidad y gestión, medio ambiente y recursos humanos, con lo que la reconoce como una empresa que opera bajo estándares nacionales e internacionales en términos de gestión de rendimiento y riesgo de la cadena de suministro del sector petrolero. La Certificación Achilles es un requisito para colaborar con Pemex, al ser un sistema de precalificación de proveedores que revisa el riesgo en sus cadenas de suministro, garantizar que cumplen con los requisitos legales y los estándares humanitarios y ambientales de la empesa productiva del Estado mexicano.
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