Indicador político
Ya resulta inocultable que la pandemia hizo estragos en el aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, las repercusiones todavía están lejos de dimensionarse. La academia y la sociedad civil organizada han cubierto los vacíos de información en una gran proporción.
Al respecto, la semana pasada Mexicanos Primero presentó la cuarta parte del estudio denominado “Equidad y Regreso”, cuyo objetivo fue evaluar el impacto de la pandemia en el aprendizaje y en las condiciones socioemocionales de los estudiantes mexicanos entre 10 y 15 años.
La rueda de prensa de presentación del reporte mencionado se tituló “las nuevas brechas educativas”, haciendo referencia a trazas de seguimiento de un estudio denominado “Brechas”, el cual fue publicado en 2010, en el cual Mexicanos Primero centró su enfoque en las desigualdades que genera y acrecienta la diferencia en el aprovechamiento de los estudiantes de educación básica. En esta ocasión, si bien el contexto y la metodología del estudio son diferentes, el tema subsiste tanto o más que hace 11 años.
La presentación partió de cuatro consideraciones: que las niñas, niños y jóvenes menores de 18 años son sujetos de derechos, los cuales tienen un constitucional interés superior en cuanto al libre desarrollo de su personalidad, así como el derecho de alcanzar su máximo potencial sin importar su punto de partida, para finalizar con el reconocimiento de la imperante desigualdad de oportunidades en el acceso a la educación.
Posteriormente, se mencionaron cuatro tipos de cuatro tipos de brechas existentes en el aprendizaje, las que separan a quienes alcanzan trayectorias completas y exitosas de quienes se ven forzados a abandonarlas, aquellas que separan los estratos educativos, las que generan desproporción en la inversión, decisión y gestión del sistema – logro educativo y, finalmente, las que dividen a México del mundo.
En cuanto a los hallazgos respecta, se constató empleando una metodología científica que, del universo consultado, la mayoría de las niñas, niños y adolescentes de primaria y secundaria no comprenden lo que leen. Esto es, uno de cada dos estudiantes de quince años y hasta 3 de cada cuatro de 10 años. Asimismo, menos de 1 de cada 10 estudiantes de primaria y secundaria pueden resolver una operación con fracciones. Esto es 9 de cada 10 de los estudiantes de 15 años y 98 de cada 100 de los estudiantes de 10 años.
En cuestiones de desigualdad económica se comprobó otra brecha: las niñas, niños y adolescentes con menores ingresos tuvieron mayores complicaciones para comprender un texto de tercer grado. Es decir, de entre aquellos que estaban en el último estrato de ingresos, solamente 4 de cada 7 podían comprender un texto, mientras que entre los que tenían el nivel superior de ingresos, 6 de cada 7 sí podían comprenderlo.
En cuanto a la comprensión de un texto de cuarto de primaria, ahora refiriéndose a una condición de desigualdad más, el contar con un espacio físico propicio para el aprendizaje o no, el estudio arrojó que de aquellos que no contaban con un espacio físico favorable 65 de cada 100 no pudieron comprender un texto de cuarto grado de primaria, mientras que quienes cuentan con condiciones de espacio físico adecuado para el aprendizaje solo fueron 45 los que no pudieron.
La escolaridad de los padres de familia demostró también tener impacto en el aprovechamiento de sus hijos, ya que de los niños con padres con sólo primaria apenas 29 de cada 100 pudieron comprender un texto de cuarto de primaria, mientras que entre los hijos cuyos papás sí tienen primaria, 59 de cada 100 si pudieron.
Aunque en ambos casos más de la mitad no comprendió un texto de cuarto de primaria, se agudiza la brecha en el caso de las niñas, niños y adolescentes con alguna condición de discapacidad en 12 puntos porcentuales. Paralelamente, siete de cada 10 niños, adolescentes y jóvenes en condiciones de discapacidad no pudieron responder correctamente.
En matemáticas, en ambos casos más de la mitad no pudo realizar una resta con acarreo; sin embargo, es mayor el porcentaje de niñas, niños y adolescentes con condición de discapacidad que respondieron de manera errónea (67.4% respecto a 53.7%)
Respecto a las brechas existentes entre niñas, niños y adolescentes que entienden lengua indígena respecto a quienes no, 65 de cada 100 de comunidades que entienden una lengua indígena no pudieron comprender un texto de cuarto grado. De entre quienes no la entienden fueron solamente 59 quienes no comprendieron el texto. En matemáticas todos salieron igual de mal.
Las brechas se siguen ampliando conforme avanza el estudio. 60 de cada 100 niñas, niños y adolescentes que presentan discapacidad visual-auditiva y que además no tuvieron comunicación con sus maestros no pudieron comprender un texto de tercero de primaria. De los que tuvieron comunicación fueron solamente 44.
También, se demostró que el apoyo de los maestros es fundamental, ya que, en la resolución de una operación de resta con acarreo de cuarto de primaria, 70 de cada 100 niñas, niños y jóvenes que presentan dificultad para recordar o concentrarse, no pudieron responder una resta con acarreo. Los que no tienen dificultad fueron solamente 55 los que no contestaron.
Después de lo presentado en el estudio, las conclusiones son llanamente demoledoras: después de la pandemia, en cuestión de aprendizaje, los que ya estaban mal ahora están peor. Una vez más les fue más mal a quienes más lo necesitan, a quienes están más excluidos e invisibilizados, por lo que hay que duplicar los esfuerzos para disminuir la desigualdad.
Aunado a lo anterior, se demostró que Aprende en Casa no fue incluyente: de las tres etapas de Aprende en Casa sólo el 2.4. por ciento de los programas televisivos se realizaron en lenguas indígenas (18-31 lenguas), mientras que únicamente se realizaron 804 programas de radio en lenguas indígenas (15-22 lenguas) en 18 entidades federativas y apenas se publicaron 120 materiales multilingües en la web. Más aún, sólo 775 programas contaron con intérpretes de lengua de señas mexicana de los 10 mil 257 que se transmitieron en total.
Las propuestas son específicas y muy claras, partiendo de publicar un diagnóstico nacional sobre rezago educativo de los estudiantes de educación especial e indígena que han recibido clases presenciales y distancia en el ciclo escolar 2020-2021, recién concluido. Asimismo, diseñar e implementar recomendaciones específicas para las escuelas de educación especial e indígena en la Estrategia Nacional para el Regreso a Clase. Paralelamente, elaborar una ruta de formación continua para fortalecer la innovación pedagógica de los docentes de educación especial e indígena, así como implementar programas locales para la recuperación, reforzamiento y nivelación de los aprendizajes perdidos de estudiantes de educación indígena y con discapacidad, ajustando el presupuesto y la gestión.
Aunado a lo anterior la realización de este estudio abona transversalmente a dimensionar la inmensa importancia de la educación, a reivindicarla como soporte del mérito, por encima del azar, de las invariablemente desiguales condiciones iniciales o de la voluntad divina. En la esperanza de que origen no siga siendo destino debemos centrar nuestros esfuerzos colectivos: hay que frenar la exclusión ahora para no arruinarles el resto de sus vidas a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de toda una generación.
También, este estudio remarca la trascendencia de contar con sociedad civil que haga el mayor de los esfuerzos por el desarrollo integral de nuestra ciudadanía. En este caso, lo evidenciado por Mexicanos Primero no habría salido a la luz pública de no ser por su labor investigativa y propositiva, que contribuye grandemente a corregir las asimetrías que hacen que la omisión, la exclusión, el pensamiento mágico, el azar, el abuso, la corrupción y la perversidad han generado en nuestra sociedad. Impulsar el desarrollo de la sociedad civil implica pasar del centralismo a la gobernanza, del ejercicio unipersonal de la autoridad al cogobierno.
Por ello, es importantísimo impulsar a que haya tanta sociedad civil como sea posible y no tantos incondicionales como sean necesarios. Que sirva este ejemplo para sopesar la importancia de que haya más voces, más tanques de pensamiento, más activistas, más brazos arremangados y menos concentración de la posibilidad de incidir sobre el desarrollo integral incluyente de todos los mexicanos en muy pocas manos.
En nuestro contexto michoacano, sorprende gratamente en materia de planeación para el desarrollo la velocidad con la cual se instrumentó la consulta ciudadana rumbo a la construcción del Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027, la cual ya es accesible en línea en el portal electrónico http://foros.michoacan.gob.mx/ plataforma que cuenta con posibilidades de compartir opiniones, recomendaciones, propuestas, necesidades, programas y proyectos.
Incluso, comparando la velocidad de los trabajos realizados por el Gobierno del Estado respecto a los municipios michoacanos, quienes llevan un mes de ventaja desde su toma de posesión, se percibe mucha diligencia al respecto, ya que están completamente listas las consultas. Falta hacer nuestra labor ciudadana para hacer llegar nuestra opinión de manera directa a las autoridades, sin que obren personeros, intermediarios ni simuladores, quienes vacían muchas veces de sentido las propuestas, diluyen la participación ciudadana y, como muchos líderes y cúpulas que se han denunciado durante años en este espacio, presentan una agenda pública para obtener pingües ganancias de una agenda confidencial que se entrega por debajo de la mesa a los funcionarios.
¡No permitamos la corrupción en la planeación participativa!
En suma, después de lo mostrado por “Equidad y Regreso”, contamos con argumentos de peso para aprovechar el foro y demostrar que los ciudadanos michoacanos estamos preocupados y ocupados en consolidar una auténtica transformación ante las tendencias inerciales que históricamente nos han sumido en la ignorancia, la violencia, la desigualdad, la migración, el subdesarrollo y la delincuencia. Paralelamente, habrá foros presenciales cuyo cronograma está indicado en el portal mencionado. Demostremos que tenemos propuestas para un regreso a clases integral, que se construya con equidad y plenitud.
Sus comentarios son bienvenidos en [email protected] y en Twitter en @Erik_Aviles