Realizarán homenaje a Ifigenia Martínez en la Cámara de Diputados
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de septiembre de 2021.- En el devenir guerrillero y revolucionario del médico argentino Ernesto Che Guevara, México fue definitivo. Entre 1954 y 1956 en el entonces Distrito Federal la relación con su esposa y madre de su hija, Hilda Gadea, lo lleva al encuentro con Fidel Castro.
De acuerdo con el escritor Juan Patricio Riveroll, para que los jóvenes Fidel Castro y Ernesto Guevara coincidieran en Ciudad de México, una serie de eventos se vincularon, como el cobijo y asilo que en la década de los cincuenta prolija México a los extranjeros así como su reencuentro con Hilda Gadea, a quien había conocido en Guatemala, y culmina casándose con ella, tienen una hija y una vida de pareja en la capital del país.
«De ella aprende muchísimo, ella es una especie de maestra para bien de él, Gadea era mucho más mayor, también más leída y comprometida, mantenía un activismo y era exiliada política de Perú, donde huyó porque desde la universidad era una activista férrea, entonces de ella aprendió muchísimo y se mimetiza un poco.
“Después encontrarse con los cubanos y oír de Fidel Castro y eventualmente ir conociéndolo, fue lo que más lo influenció en la vida. No hay encuentro más importante para la vida de alguien como Ernesto Guevara que con Fidel Castro, si no se lo hubiera encontrado, no hubiera ido a Cuba y probablemente no se hubiera metido de guerrillero y quien sabe qué hubiera pasado”, asegura el autor de la novela Al filo de la revolución, la cual se centra en los años que el Che pasó en México y en parte de su recorrido por Latinoamérica.
En entrevista con Quadratín México, Riveroll sostiene que la estancia mexicana de Ernesto Guevara pudiera considerarse como la de mayor idealismo y a la vez la más pura porque la semilla revolucionaria encuentra tierra fértil en México.
Lee más en Quadratín México