Tribunal niega libertad condicional a Murillo Karam; ve riesgo de fuga
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo de 2021.- “Yo no estoy dando instrucciones, no es mi fuerte la venganza”, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador al replicar las acusaciones del gobernador del estado de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de que el proceder en su contra venía desde el Palacio Nacional.
En conferencia matutina, el Primer Mandatario afirmó a pregunta expresa: “no soy hipócrita, no soy de dos caras como lo son los conservadores”. Como titular del Ejecutivo federal reiteró que no puede encubrir a nadie, pues no es tapadera.
“Si al gobierno que represento llega un oficio —para que se entienda bien—, con todas las implicaciones que pueda tener, porque por encima de todo está la verdad, la justicia y yo represento al Estado mexicano”.
Independientemente, si es lo política o jurídicamente correcto, el presidente López Obrador exhibió el oficio que envió la Embajada de Estados Unidos solicitando información sobre el gobernador Cabeza de Vaca, por una investigación que tienen de un presunto lavado de dinero.
El vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, leyó de viva voz el documento que a la letra dice: “Estimado Dr. Santiago Nieto Castillo, por medio del presente me es grato saludarle e informarle que la oficina del Agregado Jurídico (“FBI”) está llevando a cabo una investigación preliminar en relación a unos individuos, y entidades corporativas, los cuales se creen que están involucrados en el lavado internacional de activos. Se han identificado operaciones financieras y/o viajes internacionales, Estados Unidos, México y otros países”.
Entre los nombres involucrados en el documento se encuentra el del mandatario estatal Francisco Javier García Cabeza de Vaca, firmado por el Joseph González, Agregado Jurídico.
Desde el Palacio Nacional, el Ejecutivo federal dio a conocer el oficio pues, al igual que en el caso del General Cienfuegos, señaló que dio la orden de que fuera público el expediente pese a que la parte jurídica le sugirió que no lo evidenciara.
López Obrador refutó a los adversarios y afirmó que no es persecución política ni está ordenado por el Presidente ni es con propósitos electorales.
“Imagínense si a este señor lo detienen en Estados Unidos, cómo quedamos nosotros, como hemos quedado desde hace décadas, como tapaderas, como el país no solo de la corrupción, de la impunidad y eso se acabó», asentó el Presidente de México.