Refuerzan operativos de seguridad en Guerrero para las peregrinaciones
COATZACOALCOS, Veracruz a 03 de abril 2021.- Con sus menores hijos enfermos, cansadas, pies con llagas, deshidratados, con hambre y sin dinero mujeres migrantes y hombres llegan a este punto, tras caminar unos 500 kilómetros por la ruta migratoria desde Frontera Corozal, en Chiapas y El Ceibo, Tabasco; evadiendo los controles migratorios que les permita llegar a Estados Unidos para solicitar refugio.
Durante un recorrido de seis días, desde Frontera Corozal, se constató de nueva cuenta la entrada de decenas de migrantes a territorio nacional a bordo de lanchas que navegan el río Usumacinta, que divide a México con Guatemala; entre familias con menores de edad, hombres jóvenes y adultos, aprovechando la falta de vigilancia del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN) por ser territorio del Ejército Zapatistas de Liberación Nacional (EZLN).
El crimen organizado que se ha apoderado de estas rutas sin vigilancia, traslada a grupos de “sin papeles” de Honduras, Guatemala y El Salvador escondidos en vehículos hasta Palenque, en Chiapas; quienes cobran mil 200 pesos por persona. Los sin papeles que viajan sin recursos económicos, caminan 164 kilómetros por la Selva Lacandona, lugar donde habita el Jaguar, Mono Aullador, entre otras especial en peligro de extinción.
lbergue Casa del Caminante J’tatic Samuel Ruiz, ubicado en Palenque, Chiapas; que desde hace ocho años brinda hospedaje, alimento, atención médica y asesoría jurídica a familias de migrantes que huyen de la pobreza y violencia, se ha convertido en un oasis Rocío Esmeralda Rodríguez, quien apoya con asesoría jurídica a migrantes que solicitan refugio, explicó que, de enero a marzo del presente año, la llegada de los extranjeros que buscan llegar a Estados Unidos, pero sobre todo de familias, mujeres con menores, se incrementó de manera considerable.
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