Libros de ayer y hoy
De las casi 50 mil mentiras que consultoras como SPIN han documentado en el discurso cotidiano del presidente, López Obrador, destacan una decena de ellas por el alto costo en vidas, en salud pública y, sobre todo, en bienestar.
Pero acaso la mayor paradoja del fallido gobierno mexicano se localiza en el impacto negativo –y hasta desastroso–, que ha causado en ciudadanos pobres y que, según el discurso del candidato, serían los más favorecidos.
Al final de cuentas, y en apenas dos años de gestión, el gobierno de Obrador no sólo se convirtió en el campeón en mentir sino en un auténtico titán en destruir la democracia mexicana.
Y es que una de las mayores mentiras del líder opositor, López Obrador, del candidato eterno y hoy presidente, fue su ardoroso talante democrático; una cultura que, al final de cuentas resultó el mayor de todos los engaños
En efecto, por décadas, AMLO lucho por el fortalecimiento de la vida democrática, en general, y por la democracia electoral, en particular.
Pero apenas llegó al cargo de presidente y Obrador se transformó hasta convertido en el mayor demoledor de los procesos electorales confiables, legales, equitativos y sin la intervención de la mano oficial.
1.- Y esa es la primera de las grandes mentiras oficiales y del propio presidente. Es una mentira porque está a la vista de todos –y está en marcha–, el mayor fraude electoral de la historia; fraude orquestado desde Palacio para dejar en manos del partido oficial el control de la Cámara de Diputados; de los 15 gobiernos estatales en disputa y la mayoría de los congresos locales.
Sí, con el presidente en calidad de “capitán del gran fraude” –y utilizando como señuelo los programas sociales y la vacuna contra la pandemia–, el poder público sometió al Tribunal Electoral, al INE y al Poder Judicial, además de que se prepara el escenario para el golpe definitivo; la reelección de AMLO.
Y en esa estrategia López Obrador miente de nuevo, ya que prometió el regreso de los militares a sus cuarteles y, en la realidad, ya tiene el control total de las fuerzas castrenses, a las que sometió al más escandaloso proceso de corrupción que se recuerde en México.
2.- Pero el fraude de origen es que, en rigor, López Obrador no es el presidente que supone la democracia mexicana. No, AMLO es en realidad un monarca, que vive en su Palacio, que gusta de rodearse de cortesanos y lacayos y que, cual Luis XIV bananero, se asume como “el Rey Sol”.
Y es que AMLO acabó con la división de poderes, canceló los contrapesos, sometió a los críticos y domesticó a muchos medios. Hoy nada o muy poco queda de la naciente democracia electoral mexicana.
3.- Aún así, Obrador pregona que el suyo es “el mejor gobierno” del mundo y que él es “el mejor presidente” de la historia mexicana. Todo ello cuando el país vive un retroceso de más de medio siglo en materia económica, en salud, en seguridad, en inversión externa, en crecimiento económico, en creación de empleos… Lo cierto es que, en el mundo, el gobierno de AMLO es el hazmerreir.
4.- Y todo ese retroceso a costa de los que menos tienen. En efecto, el potente eslogan de “primero los pobres” –que engatusó a millones de votantes–, resultó uno de los más ofensivos engaños. ¿Por qué?
Porque los pobres son los que aportan el mayor número de muertos por la violencia, por la pandemia; el mayor número de desempleados, los que más pagan por la inflación y la elevación de las tarifas de bienes y servicios. En dos años de la gestión de López, se sumaron a los pobres extremos 10 millones de mexicanos.
5.- Otro de los delirios de López Obrador es el de convertirse en “el presidente de la salud”. Sin embargo, la voz popular ya lo moteja como “el presidente de la muerte”. ¿La razón? Que en esos dos primeros años el número de muertes violentas llega a la histórica cifra de cien mil mexicanos, mientras que la pandemia ha matado a 180 mil ciudadanos, según cifras oficiales y más de medio millón, según cifras no oficiales.
En la historia de ningún presidente, en los tiempos sexenales, el número de muertos había sido de tal magnitud y ningún presidente destruyó a tal grado el sistema de salud.
6.- Las mujeres mexicanas son un tema ineludible. Casi el 50 por ciento de los votos que hicieron presidente a Obrador salieron de las mujeres. Pero en el gobierno lopista, a diario son asesinadas diez mujeres; a diario decenas de mujeres son violadas y, como si se tratara de un trofeo al desdén y al desprecio a las mujeres, López Obrador defiende a capa y espada a su amigo y candidato a gobernador de Morena por Guerrero, Félix Salgado Macedonio, a pesar de que se trata de un presunto violador.
7.- Otra de las potentes banderas que enarboló el candidato Obrador en sus dos décadas de proselitismo fue la corrupción. Sin embargo, a dos años de gobierno, la de AMLO es la gestión más corrupta, la que menos transparenta el uso del dinero público y la que más solapa “la transa”, “el cochupo”, “el moche” y la ratería oficial.
Apenas el fin de semana, la Auditoria Superior de la Federación, de la Cámara de Diputados, reportó que en el primer año del gobierno de AMLO no se justifican 67 mil millones de pesos –lo que deja en calidad de juego de niños la Estafa Maestra–, además de que el gasto por tirar el Aeropuerto de Texcoco fue tres veces superior a su costo final. Es decir, un saqueo generalizado.
8.- El de los niños es otra de las deudas y de las mentiras de AMLO. Ya es un clásico el drama de los niños con cáncer; un drama que lastima y que incluso ya se alza a niveles de crimen de Estado. Pero es sólo el más visible ya que el de la cancelación de guarderías y el de la educación de mala calidad en los primeros años de vida es la condena criminal a un futuro incierto.
Incluso, no pocos especialistas en la infancia aseguran que las políticas públicas del gobierno de López Obrador cancelaron el futuro de millones de niños mexicanos; niños que en dos décadas sólo tendrán la alternativa criminal, como medio de vida.
9.- ¿Seguramente todos recuerdan las arengas de Obrador a favor de la reducción de los precios del gas, gasolina y energía eléctrica?
Hoy los apagones son cotidianos y es mayor el costo de la luz, de la gasolina y del gas; además de que a principios del gobierno de AMLO vivimos un “apagón” de gasolina y que hoy los “apagones de gas” son cosas de todos los días, en todo el país.
10.- Todo, en el gobierno de AMLO ha sido mentira y todo el gobierno ha resultado un gobierno fallido. Y ante tal nivel de engaño y fracaso, obliga la pregunta.
¿Qué esperan los ciudadanos mexicanos de López Obrador, si a dos años de su gobierno han perdido casi todo?
Sí, la elección de junio es la última llamada.
Al tiempo.