Itinerario Político
MÉXICO, 11 de diciembre 2020.- La imaginación de lectores, cineastas y críticos sobre cómo podría adaptarse Cien Años de Soledad a un formato audiovisual ha volado con los años. Pero el momento de ver la obra culmen de Gabriel García Márquez en una pantalla toma cada vez más forma. Durante la octava versión del Festival Gabo en Colombia, Rodrigo García Barcha, hijo del Nobel, director de cine y televisión y productor de la serie que se verá por Netflix, dio algunas pistas.
La primera y de gran importancia para la memoria de García Márquez, quien siempre dudó sobre cómo las historias de Macondo podrían llevarse al cine, es que se hará en español y con un elenco latinoamericano. “Una de las condiciones es que se hiciera en Colombia y en español, definitivamente”, dijo Rodrigo García Barcha durante la charla Siguen las historias en la gran pantalla (y en muchas otras), con el director de cine Andrés Wood y el crítico de cine, Samuel Castro. Junto a Gonzalo García Barcha son productores ejecutivos de la serie.
Lo segundo es la duración, cómo comprimir una historia compleja con mezcla de tiempos- otra de las inquietudes que manifestaba García Márquez cuando le proponían llevarla al formato audiovisual-. La adaptación en Netflix se podrá ver en dos temporadas, en total veinte horas, dijo. Pero quizá lo más importante es que para Rodrigo García Barcha hay tranquilidad sobre los cambios que adelantan los guionistas, especialmente en los primeros capítulos. “Se han hecho un par de cosas estructurales, astutas, pero no son alarmantes, es muy fiel al libro. Y se tienen muchas horas para contarlo”, dijo en referencia al trabajo de Jose Rivero, uno de los guionistas.
Para el director de películas como Últimos días en el desierto o 10 pequeñas historias de amor, entre otras, adaptar libros al cine es difícil más allá del abolengo que tenga la obra. “En el caso de los libros de Gabo que tienen larga historia de malas adaptaciones, hay algo que se comparte y es demasiado respeto por el libro”, dijo. “En sus libros hay poco diálogo y cuando los personajes hablan lo hacen de manera poética, lapidaria y contundente; el cine no aguanta eso, no pueden estar hablando como dioses”, agregó.
Con información de El País