Líneas Quadratín
No coman ansias
Un simple vistazo a la información acerca de la protesta del colectivo Frente Nacional Anti AMLO (FRENAAA), por cierto, la más numerosa hasta el momento, nos muestra la verdadera magnitud del brote de descontento cuya potencia es minimizada por el gobierno.
Basta con descalificarlo: son conservadores, fifís, neoliberales, nostálgicos de un pasado corrupto y superado por la fuerza moral de la Cuarta Transformación incontenible.
Al presidente no parece preocupar esa muestra de descontento. Según él carece de valor. Son sólo dichosas exhibiciones de libertad personal, imposibles antes cuando se vivía en una dictadura corrupta y cínica.
“Si se protesta, si se manifiesta, el motivo se convierte en prueba de la libertad infinita”, insiste el presidente.
La simbólica ocupación del Zócalo, por los integrantes del “movimiento” FRENAAA, con sus excesos y variopintas ocurrencias, como esa de exigir la renuncia presidencial, en vez de forzar cambios en temas y conductas, ha sido importante sólo por haber ocurrido. No importa la cifra exacta ni cuántos haya acudido a ocupar la Plaza Mayor de la Ciudad de México.
Tomar en serio la ocurrencia presidencial de hace unos días, de retirarse del cargo si se reunieran cien mil para pedírselo y si mermara el apoyo popular en las encuestas, suena ingenuo y equivocado. No perturba la siesta del inquilino de Palacio quien les manda decir en tono de burla: “Échenle ganitas, paciencia y aguante, porque a ese paso quedarán acampados hasta 2022, y hasta enramadas les regalaré para que cuelguen sus hamacas y se mezan a ritmo del trópico”.
Total, FRENAAA a lo suyo… pero AMLO también.