El agua, un derecho del pueblo
“Cuarteros”
Nunca, ningún ladrón mexicano ha estado a la altura de Ronnie Biggs,
el asaltante del tren postal en Inglaterra ni de Albert Spaggiari,
quien robó 60 millones de francos al banco Société Générale de Niza,
Italia.
Tampoco ha podido igualar a Bonnie y Clyde, los “enemigo público No 1”
durante la Gran Depresión.
Ningún ladrón mexicano ha igualado, siquiera, a John Dillingee, el
icónico asaltabancos estadounidense o a Jesse James, el forajido del
Viejo Oeste.
Si acaso se han acercado, con sus fechorías, los Pio López Obrador,
los René Bejarano y en general quienes se escudan en la vida pública
para cometer ilícitos.
En otro tiempo, los ladrones ponían el ojo y la bala en minucias:
carteras, bolsos, bicicletas, casas, coches…
Pistoleros como Butch Cassidy y Sundance Kid nada tienen que hacer
ante la naciente “banda de cuarteros”.
Usted los conoce. Miran al sistema bancario internacional.
No sé en qué momento los ladrones de guante blanco, como Víctor Lustig
(vendió la Torre Eiffel y estafó al mismísimo jefe de la mafia en
Nueva York, Al Capone) se convirtieron en maestros y guía de Pio, el
operador político de Morena en el sureste y hermano del Presidente de
la Republica.
De René Bejarano, operador político y secretario particular de AMLO
cuando era Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
De Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función
Pública (SFP) y su esposo, John Ackerman, denunciados por no declarar
tres casas, tres departamentos y un terreno valuado en 60 mdp.
De León Manuel Bartlett Álvarez, Manuel Bartlett Díaz y su pareja
sentimental, Julia Abdala, cuya fortuna familiar suma 25 propiedades
valuadas en 800 millones de pesos.
¿Se acuerda usted que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
(Sader) compró, a sobreprecio, semilla de maíz para el Programa
Nacional de Fertilizantes?
El comprador fue Amílcar Sandoval, hermano de Irma Eréndira, la
encargada de combatir la corrupción en el gobierno federal.
¿Se acuerda también del contrato por casi 5 mil millones de pesos que
Pemex firmó con una fugaz empresa propiedad del hermano mayor del
director general del IMSS, Zoé Robledo?
¿Y que me dice de Ana Gabriela Guevara, titular del deporte (CONADE)
acusada de desvío de dinero y extorsión?
¿Y del súper delegado de Morena en Jalisco, Carlos Lomelí quien, como
empresario farmacéutico, se ha enriquecido a costa del gobierno
federal?
¿Se acuerda de Carlos Ímaz, ex delegado del gobierno en Tlalpan y
esposo de la Regenta, Claudia Sheinbaum, sentenciado a tres años de
prisión y liberado meses después?
Alejandro Muñoz Reséndiz, extesorero del SME acusó al presidente
Obrador de haber recibido dos mdp mensuales “para financiar su plantón
en Reforma en 2006 y su campaña presidencial en 2012”.
La diputada local y fallida candidata a la alcaldía de Las Choapas,
Veracruz, Eva Cadena, fue grabada recibiendo dinero “para López
Obrador”
En su momento, la Contraloría General de Veracruz denunció a Carol
Jessica Moreno Torres, (esposa de Arturo López Obrador) por el desvío
de 80 mdp.
Y no quiero hablar del “cártel de la comida”, ese que con la
complacencia de morena distribuía comida insalubre en cárceles y
hospitales.
Al grito de “ladrón que roba a ladrón”, poligansters están robando al
pueblo lo que ya debieron haber regresado.
Los “cuarteros” han robado de todo.
Como Presidente, Andrés Manuel López Obrador ofreció perdón por los
casos de corrupción en los gobiernos del PAN y del PRI.
¿Se ofrecerá perdón él mismo o resolverá el problema “con una lana”?
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