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EZEQUIEL MONTES, 4 DE SEPTIEMBRE 2020.- La guerrera Mulán regresa a las pantallas con una nueva versión del clásico de Disney rodada con un reparto de carne y hueso que, sin embargo, no pisará los cines y arriesgará su éxito al streaming en una estrategia que supone un antes y un después en la industria audiovisual.
Pocos imaginaron que la batalla más complicada para la heroína y el gigante Disney sería dar con una manera de estrenar, en un mundo golpeado por el coronavirus, esta película que ha costado unos 250 millones de dólares, la adaptación de un clásico de animación más costosa hasta la fecha.
Mulán era la gran apuesta de la factoría de entretenimiento para esta temporada, con una decidida vocación por el público asiático —cada vez más importante para Hollywood—, y un registro ya batido: La película más cara jamás dirigida por una mujer, la cineasta Niki Caro.
Pero la apuesta segura pronto se convirtió en un campo de pruebas con polémicas de por medio.
EL DIFÍCIL CAMINO PARA ESTRENAR UNA NUEVA MULÁN
Tras meses de atrasos, Disney ha tirado la toalla y lanzará el viernes esta superproducción directamente por su plataforma Disney+.
Es un movimiento sin precedentes para el estudio cinematográfico más importante del mundo, que se ha mantenido fiel a los cines y éstos le han devuelto más taquillazos en los últimos cinco años que ningún otro competidor.
Ni la gran premiere celebrada en el Dolby Theatre de Hollywood el 9 de marzo, cuando las alarmas del coronavirus superaron todos los decibelios, evitó que tan sólo dos días después se anulara su estreno en todo el mundo.
Ahora el reto será comprobar cuántos espectadores pagan los casi 30 dólares que cuesta su alquiler en streaming, un precio más bajo en otros países que se ha marcado como baremo para el resto de producciones en la lista de espera.
Entre medias, la promoción de Mulán no ha estado exenta de polémicas, especialmente cuando su protagonista, Liu Yifei, expresó su apoyo a las autoridades chinas durante las protestas de Hong-Kong.
“Apoyo a la policía de Hong Kong. Ahora puedes rebatir. Qué vergüenza para Hong Kong”, dijo la actriz en redes sociales, que para mayor vínculo con las circunstancias nació en Wuhan (China), el epicentro de la pandemia a principios de año.
UNA VERSIÓN MÁS MADURA, CON MÁS ACCIÓN Y ADAPTADA A LA TRADICIÓN
El fichaje de Liu Yifei llegó después de un casting internacional para dar con una actriz que encarnara el espíritu de Hua Mulán de una manera más madura y combativa que la versión de dibujos animados de 1998.
Disney ha tratado de respetar al máximo la cultura y tradición china en la nueva película que, lejos de ser una mera adaptación, entrega más oscuridad y misterio que su predecesora.
Para acercarse al público asiático el guion ha cambiado: El famoso dragón no habla porque sería considerado una falta de respeto por una imagen tan importante en su tradición.
También se prescindió de ciertos personajes para evitar una relación amorosa entre un hombre mayor con autoridad sobre una joven y las relaciones de poder dan más peso a los papeles femeninos.
La trama se despoja de su parte más musical para dar más peso a las escenas de combate y acción, grabadas en escenarios imposibles, con una ambientación espectacular que demuestra el enorme presupuesto que ha manejado.
Asimismo, la conversión de Hua Mulán a su alter-ego masculino con una actriz de carne y hueso adquiere otra dimensión mucho más profunda y simbólica en un momento en el que la producción cultural pedía a gritos el espacio a las mujeres y a la diversidad que contiene la nueva Mulán.
Con información de EFE