Visión Financiera
En la fiesta patronal de Santiago Apóstol/ Santo Santiago/ el Patrón Santiago, que desde hace más de un siglo se realiza en Sahuayo, Michoacán, dos personajes clave, “la mulita” y los Tlahualiles, acompañan a la imagen religiosa en su recorrido por el pueblo.
” la mulita” es una persona de cuya cintura pende un caballo de cartón, como si fuera cabalgando. De vez en vez vence a quien busca pelea.
La escena recuerda la batalla de moros contra cristianos de hace varios siglos.
Los Tlahualiles (guerrero vencido) son feligreses que durante un año preparan máscaras y “colguijes” (corcholatas aplanadas, enrolladas como cigarro y cosidas una junto a otra en largas batas) para danzar hasta el cansancio por las empinadas calles, lanzar un “jo- jo- jo” y levantar, al mismo tiempo, los hombros.
Ahora se agrupan por barrio, amigos, familias o según sea su trabajo (huaracheros, comerciantes…)
Los Tlahualiles lucen coloridos trajes el 25 de julio y el 4 de agosto, cuando el Patrón Santiago, montado en caballo blanco y al repicar de campanas, sale de la iglesia parroquial a pleno sol, recorre barrios y colonias y muy de madrugada, arriba a su Capilla-Santuario, en el barrio del Pedregal donde le esperan cientos, miles de personas.
La fiesta de la fe, danzas, luz y color dura, formalmente, nueve días.
Cada máscara de Tlahualil, elaborada con papel periódico y engrudo, plumas artificiales de aves o pavorreales, representa a un guerrero: águila, tigre, jaguar…
Es tan alta como la persona que la carga. Dependiendo de los adornos, llega a pesar hasta 50 kilos.
La plaza principal y la calle que conduce a la Capilla-Santuario es el centro de atracción y la gran oportunidad para que los danzantes se den vuelta y vuelta ante la admiración de miles de paseantes.
Por el Covid, la festividad de 2020 fue prácticamente virtual.
Los sahuayenses confían en que, pese a la pandemia, el gobernador del Estado, Silvano Aureoles, declare a la fiesta del Patrón Santiago y a los Tlahualiles como Patrimonio de Michoacán.