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MÉXICO, 6 de agosto 2020.- El ahorro en los costos relacionados con problemas de obesidad y sobrepeso podrían alcanzar los 40,000 millones de pesos (mdp) en los próximos cinco años, una vez implementado el etiquetado frontal de alimentos en México, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y publicado recientemente por Plos Medicine.
“Los resultados después de cinco años también señalan que podría haber una reducción de 37 kilocalorías al día por persona, que se puede ver reflejado en 1.7 kg por persona.
“Probablemente si no tenemos mucho conocimiento de estas evaluaciones de impacto podríamos decir que es muy poco los 37 kc por persona al día, pero si lo vemos reflejado en prevalencia de obesidad son resultados muy alentadores, digamos que del año 1 al año 5 se encontró que se podría reducir alrededor de 15% esto son 1.30 millones de casos prevenidos”, dijo Ana Munguía, especialista en Salud Pública y Nutrición adscrita al INSP.
En su participación durante la videoconferencia El papel del Etiquetado Frontal frente a la Epidemia y las ECNT señaló que la obesidad es una enfermedad sumamente compleja, multifactorial y para poder atenderla se tiene que hacer a diferentes niveles, entre ellos el del etiquetado que entrará en vigor a partir en noviembre de este año.
“Las estrategias van desde los niveles más básicos, los niveles individuales, que tienen que ver concientizar al individuo, educar al individuo, seguido de otras estrategias como la atención primaria de la salud que tiene que ver con estos sistemas de salud o que se diagnostiquen correctamente a los pacientes, aquí entra la orientación alimentaria y el etiquetado frontal que entra en el nivel del entorno alimentario”, agregó Munguía.
Señaló que también otra de las estrategias consideradas es prohibir el expendio de alimentos envasados y procesados a las escuelas como lo aprobado este miércoles en Oaxaca, posteriormente está asegurarse del acceso a agua potable.
“Y la última y la más amplia es el marco legal de los países en donde entra la modificación de la ley general de salud de etiquetado y la modificación del Norma 051 y es importante conocer que entre más alto esté este nivel, la mayor proporción de la población se va abarcar”, agregó Munguía.
Señaló que el 70% de la ingesta de azúcares añadidos de la dieta de los mexicanos proviene de las bebidas azucaradas, el resto viene de alimentos envasados, procesados, mientras que los antojitos mexicanos o la comida callejera representa menos del 20%.