Los límites de la complacencia
Lista la lista
Pasado mañana los diputados elegirán cuatro nuevos consejeros del INE previamente seleccionados por un Comité Técnico, plural.
Mantener el compromiso con la imparcialidad a partir de una decisión colegiada es obligado.
“No estamos buscando cómplices para integrar al INE”, jura y perjura Mario Delgado, director de la orquesta legislativa más desafinada de la 4T. Así responde a la sospecha de un agandalle morenista.
El problema es John Ackerman, el intelectual más orgánico del invernadero tetra-teísta, quien acusa perfiles hostiles al régimen en la lista de los veinte preseleccionados. Akerman pretende boicotear el ejercicio y exige la reponer la lista de aspirantes porque le batearon a su favorita; habla de sectarismo; hace berrinche.
La selección de cuatro nuevos consejeros y consejeras no es menor. La importancia radica en alcanzar consensos que impidan que el día de mañana el árbitro sea hostigado por los jugadores, y que sus fallos se cuestionen por participantes que sueñan solo con ganar e imponerse, y si no, incendiar los procesos electorales.
En la democracia lo menos deseable es debilitar al árbitro electoral, y mucho menos imponer el grito de fraude.
El desafío para Mario Delgado es sofocar el fuego “amigo”, de personajes como Akerman y mandar al diablo berrinches y amenazas.
En política y en democracia, no siempre todo se vale…