Los límites de la complacencia
Chochos
El cuarto de millón de contagios confirmados (251,875) y las más de 30
mil muertes en los meses de pandemia revelan, en México, una cosa: la
fragilidad con que vive la Nación, de cara a la “nueva realidad” que
estamos viviendo.
Nueva realidad que va de la inestabilidad económica y financiera a los
embates de la naturaleza.
Las nano partículas salvadoras, también conocidas como “granulitos” o
“chochos”, impulsadas por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez
Cordero, de nada han servido a los mexicanos, mejor dicho, a buena
parte del gabinete presidencial.
O tal vez sí.
Como en la casa del jabonero, el que no cae, resbala.
Un sinnúmero de empleados gubernamentales, tanto federal como de los
estados y municipios han dado “positivo”.
En el mundo, al menos 10 millones de personas perdieron la vida, y contando.
En esa desenfrenada carrera, el gobierno mexicano ha jugado un papel
importante, tan importante que, en su recuento de dos años de
actividad, Obrador asegura que “ya pasó lo peor”.
En sus palabras, nunca antes nadie se había burlado tanto de alguien;
es decir, de él: «Nunca, en más de un siglo, se había insultado tanto
a un Presidente de la República y la respuesta ha sido la tolerancia y
la no censura».
Como dice el dicho: a explicación no pedida, culpa aceptada.
En relación al Coronavirus, un estudio de la Universidad Johns Hopkins
sitúa a México en el lugar 6 de países con más contagios, por arriba
de España, donde, por cierto, hubo un rebote tras fiesta cumpleañera
celebrada en una cafetería.
La pandemia por el virus parece no preocupar a Obrador, pese a que el
país enfrenta un alto riesgo sanitario.
El presidente no usa cubre bocas en espacios públicos, además de que
incentiva la movilidad.
Su gabinete escasamente observa los filtros, aun cuando haya dos personas o más.
Algunos gobiernos locales, entre ellos la CDMX, restringieron la venta
de bebidas alcohólicas y ordenaron el cierre de antros, gimnasios y
lugares de culto religioso, destacadamente La Villa, que podría
recibir a millones de peregrinos en dos semanas más (el miércoles 15).
A ojo de buen cubero, ¿ya pasó lo peor de la pandemia?, una opción
sería los “chochos” de doña Olga o cobró ya derecho de piso la
corriente valemadrista?
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