Libros de ayer y hoy
Cada día que pasa el Instituto Nacional Electoral ve cuesta arriba mantener el sofisma según el cual a mayor presupuesto obtenido más democracia se vive en México. Es muy difícil mantener semejante verosimilitud entre lo que se afirma y lo que pasa. Va a contrapelo de lo que sucede en el mundo entero. De hecho, el INE sigue siendo uno de los organismos más onerosos que sigue gozando de cabal salud como una isla en un mar donde la racionalidad económica y el sentido de que el presupuesto público debe usarse de manera responsable.
En el INE esos cambios que se viven en el país le tienen sin cuidado. Su discurso se mantiene inalterable a pesar de que no pase la prueba de los hechos. Y eso que imaginar que la burocracia dorada es sinónimo de más democracia es, para quien tenga dos dedos de frente, un verdadero despropósito. Ahora está solicitando un presupuesto anula que rebasa los ¡19 mil millones de pesos! Así como se oye. Para darnos una idea de lo que ello significa baste hacer algunos comparativos que ponen en perspectiva lo alevoso de lo que pretende el INE a costa del erario. En México las elecciones entre el 2012 y 2016 tuvieron un costo promedio por votante de 25 dólares americanos. En Brasil la cifra se redujo a 12.73 dólares americanos. En Estados Unidos el precio fue, en promedio, de 11.67 dólares americanos. En Francia el monto fue de 1.88 dólares americanos. Y en Rusia de 0.44 dólares americanos (https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37856444). Las cifras son escandalosas. Más del 100% del costo en Estados Unidos y más del 1000% que las que cuestan en Francia, un país con un PIB de 2.777.535,24 mientras México tiene un PIB de 1.220.699,48, ambas cifras correspondientes al 2018 (https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.MKTP.CD). Si el tamaño de las economías fuera igual entre Francia y México, las elecciones mexicanas serían 2000% más caras que las francesas. En México se ha argumentado que no hay otro camino por la “desconfianza” del mexicano en sus autoridades electorales y que a mayor dinero, por tanto, mayor confianza y certidumbre en los resultados electorales. Y no hay nada que hacer al respecto. Es un sofisma discursivo muy conveniente y, por ello mismo, falso. Es posible reducir sustancialmente el exageradísimo presupuesto destinado al INE. Sobre todo cuando su propio presidente, @lorenzocordovav, ha dicho textualmente que ese organismo se prepara para “recrear” la democracia en el 2021. El vocablo “recrear” de acuerdo al Diccionario de la Academia de la Lengua Española significa: “Crear o producir de nuevo algo”; en otras palabras, y viendo la clara animadversión de Córdova al régimen actual y a su alianza de facto con los detractores más conspicuos de la 4T el panorama se torna grave porque se advierte, para que no quede duda, que ahora el arbitro electoral va a tomar partido por una de las partes en el juego electoral. El cinismo en su máximo expresión. Fuera máscaras. La @Mx_Diputados tiene la atribución de fijar el presupuesto sin el concurso del Senado y tiene que actuar en consecuencia frente a esa amenaza declarada de Córdova y a lo irracional que resulta en la experiencia comparada un presupuesto de semejantes proporciones. De igual modo, los 4 espacios faltantes en el Consejo del INE deben ser designados con la Constitución en la mano. Ni más ni menos. Asimismo, debe procederse a realizar una cirugía mayor al INE para que siga la ruta de las mejores expresiones de la experiencia comparada, de lo que se ha dejado crecer en México con mecanismos expansivos como el de generar la identidad de los mexicanos, que no fue creado para ese efecto, sino exclusivamente para funciones electorales. De crearse la Cédula de Identidad Ciudadana prevista en la Ley General de Población con todas las medidas de confiabilidad y seguridad podría servir para ejercer el voto y desaparecer muchos padrones y bases de datos que tienen cada unos sus propios datos para tener uno sólo, debidamente confiable y de uso general que hoy no existe.
@evillanuevamx