Razones
¡PRIMERO LOS POBRES, SIN EDUCACIÓN, SIN SALUD. SIN…!
“¡Primero los pobres!”, prometía por todo el país el candidato López Obrador.
Y los pobres de México respondieron, también en todo el país y, con su voto, hicieron presidente a López Obrador. Y, ya convertido en presidente, Obrador cumplió su promesa de “¡primero los pobres!”
Y es que los pobres, los desposeídos, los que poco o nada tienen serán los primeros en no contar con una educación básica de calidad. Los pobres han sido condenados a continuar en la pobreza porque la “escalera de asenso social”, la educación, fue cancelada por López Obrador.
Los pobres, sin la posibilidad del ascenso social por la vía de la educación, son condenados a heredar su pobreza por generaciones, en tanto la mafiosa CNTE y sus criminales “maestros” se llevarán pingües ganancias económicas y políticas.
Los pobres continuarán en su postración porque no tendrán las herramientas educativas para competir por los mejores puestos.
Los pobres, los que poco o nada tienen, seguirán con poco o con nada, gracias a que López Obrador le entregó el negocio político de la educación a la mafiosa CNTE, mientras que los niños pobres no tendrán una educación de calidad que los haga competitivos para los puestos de trabajo de calidad.
Los pobres sin educación de calidad no tendrán más camino que el “trabajo del crimen” para salir de la pobreza y la postración.
Los pobres estarán en desventaja educativa, científica y cultural –frente al resto del mundo–, porque en sus escuelas no habrá maestros de calidad, que sean evaluados; porque en la educación media no habrá exámenes mensuales, semestrales y tampoco exámenes de admisión, para que sigan la ruta educativa los más capacitados.
Los pobres no podrán acceder a la educación privada, de mejor calidad que la educación pública, porque son pobres y no pueden pagar el alto costo de la educación privada.
Los pobres serán el sector social más dañados por la reforma educativa privatizadora de López Obrador, porque la educación basura en que se convertirá la educación pública beneficiará a los grandes empresarios de la educación privada, casualmente la “educación neoliberal”.
Los pobres de México serán obligados, por la necesidad y la carencia económica, a recibir la educación basura de la CNTE, mientras el presidente paga escuela privada para sus hijos; mientras todo el gabinete paga educación privada para sus hijos y nietos; mientras que todos los líderes de Morena pagan educación privada para sus hijos y nietos.
Los pobres, sus hijos y sus nietos seguirán siendo pobres porque la educación basura que promueve AMLO reproducirá por siempre la pobreza.
Los pobres también son los primeros en resentir los recortes del presupuesto a la salud pública; los primeros en carecer de medicamentos.
Los pobres de las comunidades indígenas son los primeros en resentir los recortes de casi 50 por ciento del presupuesto para esas comunidades, que son los centros de población con mayor precariedad.
Los pobres serán los más robados y asaltados en el transporte público, en sus casas y en la vía pública, ya que la ley de amnistía dará impunidad a los ladrones pobres para robar hasta 50 mil pesos, sin ser castigados, siempre y cuando el ladrón pobre no utilice violencia. Los pobres perderán todo su patrimonio, los 50 mil pesos que un ladrón pobre podrá robar sin ser castigado, porque así lo decidió un presidente que vive en un palacio, cual rey.
Los pobres son los más afectados por la carencia no sólo de educación de calidad, sino por la carencia de medicinas para el cáncer, que ya afecta a millones de mexicanos pobres. Los niños pobres han sido los más afectados por el cierre de guarderías y sus padres son más pobres ya que debieron dejar uno de sus empleos para atender a los hijos.
Los pobres son el sector social al que más golpea la epidemia de violencia y criminalidad que se vive en todo el país, ante el fracaso de las políticas públicas de seguridad del gobierno de Obrador Las mujeres pobres son el sector social más afectado por la violencia intrafamiliar y por la epidemia de feminicidios que el gobierno de López Obrador no puede contener.
¡Sí, primero los pobres; los primeros sacrificados para seguir siendo pobres!
Al tiempo.