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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de agosto de 2019.- En su primera visita al Senado de la República como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez, admitió que las finanzas públicas en cualquiera de los tres órdenes de gobierno no tienen la flexibilidad para absorber los cambios de un sistema tributario que, en gran medida, dependió durante muchos años de los ingresos petroleros.
Las fuentes principales de los ingresos en el país tienen que reforzarse en la Federación a través del Impuesto Sobre la Renta y el IVA, en los Estados con los impuestos sobre la nómina, y los municipios con el predial.
A menos de un mes de la entrega del Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal de 2020, el funcionario federal aseguró que están trabajando de manera responsable para hacerlo sostenible.
“Estamos evaluando todas las opciones, pero queremos ratificar que vamos a seguir una política fiscal responsable y consistente con lo que hemos hecho. No tenemos la última versión del marco macro”, dijo en breve entrevista al término de su participación en el conversatorio México, Integración Económica Mundial y Política Comercial del Gobierno de la 4T y su impacto en la Hacienda Pública, inaugurado por el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal Ávila.
El titular de Hacienda señaló que hasta hace 10 años México recaudaba el ocho por ciento del PIB en ingresos petroleros, el equivalente a un billón de pesos. “Hoy sólo recaudamos la mitad, alrededor del cuatro por ciento, de los cuales la mitad se lo queda Pemex”, indicó.
Si bien consideró una ventaja muy importante para México que a lo largo de las décadas tuviera ingresos de una fuente que no tienen todos los países, Arturo Herrera dijo que también tuvo un efecto secundario que fue lamentable; es decir, “nos acostumbramos a vivir de los ingresos petroleros y no a recaudar bien”.
“Las circunstancias hoy son distintas. Recaudamos menos, pero además lo que se ha probado a lo largo de los años es que los ingresos petroleros son poco confiables, porque son muy volátiles”, refirió sobre la fluctuación de los ingresos que en los últimos meses el precio ha llegado a estar a poco más de setenta dólares por barril, hasta caer a los 44 dólares.
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