Reporta GCDMX 11.5 millones de peregrinos en la Basílica
EL BOSQUE, Chis., a 14 de noviembre de 2018.- Mateo Jiménez Sánchez cayó gravemente herido de varios balazos ante la mirada de sus nietos y su nuera Rosa Gómez Sánchez; su cuerpo fue levantado por sacerdotes católicos cuatro días después sin cabeza y un brazo, ante la ausencia del Ministerio Público de la Fiscalía Indígena.
El desplazamiento de más de 2 mil indígenas tzotziles de la comunidad de Chabajebal, fue provocado por supuestos integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al ingresar a la comunidad a rescatar a tres de sus compañeros detenidos por autoridades ejidales por el homicidio de dos personas en una emboscada el pasado 24 de octubre.
“Ya se quedan niños, me voy a morir”, fueron las últimas palabras del hombre a sus nietos; quienes no pudieron auxiliarlo debido a que tuvieron que esconderse en su vivienda para evitar ser asesinados por el grupo armado. Rosa huyó al día siguiente en medio de otro tiroteo, siendo herida en la mejilla derecha por unas esquirlas de bala.
“Vi cuando le dispararon a mi suegro, caminó unos pasos, hablo y luego cayó cerca de mi casa, ante la mirada de mi hijo y otros de sus nietos”, explica apoyada por un traductor de tzotzil al español. Abunda que todos huyeron al monte en medio de la oscuridad, pero ella decidió quedarse escondida en su casa. Katarina, una menor de 13 años, dice que zapatistas dispararon en la comunidad de Chabajebal; sus amigas también los acusan.
DESPLAZADOS SE REFUGIAN EN LA IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA Más de mil 500 desplazados indígenas, en su mayoría niños, mujeres, hombres y adultos mayores se refugian en la iglesia de San Juan Bautista de esta localidad, ubicada a unos 75 kilómetros de San Cristóbal de las Casas.
Tras esconderse en el monte por tres días, sin comida, ropa y con bajas temperaturas; apoyados por autoridades municipales y la iglesia católica, fueron traídos a esta cabecera municipal. Unas 450 personas también se refugian en la comunidad de Tierra Caliente y otras se encuentran posando con familiares, pero nadie quiere regresar a Chabajebal por temor a ser asesinados.
En esta iglesia sobresale el llanto de los niños, algunos descalzos y con la misma ropa desde varios días; piden a sus padres regresar a sus casas.
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