Muere Quincy Jones, productor de éxitos de Michael Jackson y Sinatra
QUERÉTARO, Qro., 07 de marzo de 2018.- La periodista, escritora y feminista Lydia Cacho impartió la conferencia «La narrativa de las mujeres: un proyecto de paz», en el Auditorio Fernando Díaz Ramírez de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Al respecto, la rectora de la Máxima Casa de Estudios, Teresa García Gasca, refirió que con esta ponencia magistral iniciaron los trabajos del 1er. Foro Internacional: Cartografías sobre Feminidades. Arte, violencia, corporalidades y autocuidado.
Dicho Foro lo organiza la Secretaría de Extensión Universitaria a través de la Dirección de Innovación y Creatividad Cultural, en el marco del Día Internacional de la Mujer que se conmemora este 8 de marzo.
Al tomar la palabra, Lydia Cacho leyó el texto “Nunca solas” dedicado no sólo a todas la estudiantes que han dicho «Yo también”, sino a las millones de mujeres que han sido hostigadas y acosadas en todo el país.
Relató qué se convirtió en feminista al “simplemente ser disruptiva, atreverse a pensar por una misma y negarse a fingir ser otra persona para que nos amen y respeten los hombres”. Agregó que “gracias al feminismo descubrimos que una mujer por sí misma es poderosa, pero acompañada de otra es capaz de transformar e iluminar el mundo con la belleza de su poder e inteligencia creativa”.
Al cuestionar los preceptos ideológicos y los constructos culturales que han dañado a las mujeres históricamente, la periodista refirió que el peor enemigo de este grupo social es la violencia y no otras féminas, al contrario de lo que se ha referido por generaciones.
“Cada vez que alguien dice que el machismo y el feminismo es lo mismo, se equivoca. Este último es una corriente filosófica, una rama de las Ciencias Sociales que ha desarrollado el concepto de género que nos permite saber qué significa ser hombre y ser mujer. El equivalente del feminismo es la masculinidad”.
Reflexionó que para transformar el machismo se requieren acciones como evitar el miedo y buscar lecturas especializadas en perspectiva de género tanto para niñas como para niños, pues sentenció que la rebelión no es contra los hombres.
Para combatir la violencia, actos de hostigamiento y acoso sexual, la activista planteó la necesidad de ser capaces de construir la congruencia interna para que la Ley se cumpla en todos los individuos que conforman la sociedad. Y en casos específicos de las Universidades se requiere la instalación de protocolos y comités de ética que vigilen estos actos.