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MÉXICO, 11 DE JUNIO 2017.- Los países de América Latina y el Caribe anunciaron que impulsarán un código de conducta para prevenir y disminuir el desperdicio de alimentos, que asciende a 127 millones de toneladas al año en la región, informó la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO ha apoyado a estos países a crear una nota de sustento técnico para el código, que será presentada este junio al Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) e identifica los puntos críticos, prácticas y actores clave vinculados con las pérdidas de alimentos, informa EFE.
Actualmente, el 30 % de los 378 mil millones de toneladas de alimentos producidos en Latinoamérica y el Caribe terminan en la basura, mientras alrededor de 36 millones de personas en el territorio pasan hambre.
Dicho tema fue debatido por autoridades públicas, representantes del sector privado, la sociedad civil y la academia, de 16 países de la región en un diálogo organizado por la FAO esta semana.
En este encuentro nació una propuesta que servirá como base para construir un instrumento jurídico no vinculante, que abrirá paso al cumplimiento de uno de los objetivos de desarrollo sostenible, de reducir a la mitad las pérdidas de alimentos al año 2030.
En los países en desarrollo, un 40 % de las mermas alimentarias ocurre en las etapas de poscosecha y procesamiento, mientras que en los países industrializados más del 40 % de se produce en el comercio minorista y a nivel del consumidor.
Para frenar esta situación, desde 2015 varios países de la región han incorporado la temática en sus agendas legislativas, con 19 proyectos relativos a desperdicios que se debaten en los parlamentos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay.
«Que una gran parte de los alimentos que se producen en el mundo acaben en la basura, cuando más de 795 millones de personas aún sufren hambre en todo el planeta, es un verdadero crimen», dijo el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.
Esta semana, Chile anunció la creación de un comité intersectorial sobre esta materia, con lo que se sumó a países como Argentina, Brasil, Costa Rica, Colombia, República Dominicana y Uruguay, entre otros.
El investigador del Centro de Historia Medioambiental Mundial de la Universidad de Sussex (Inglaterra), Tristam Stuart, estimó que en el país austral se botan 1,62 millones de toneladas de residuos de alimentos al año, que equivalen a 100 kilos por persona.
La FAO además calculó que el 53 % de la merluza capturada para consumo en Chile es eliminada como desecho alimenticio y que en promedio 63,3 kilos de pan, el producto más consumido, son botados.
Hasta la fecha, uno de los retos pendientes es avanzar no sólo en la reducción sino también en la prevención de las pérdidas y desperdicios en todas las etapas de la cadena de suministro de alimentos, precisó la FAO.