Encabeza Ebrard reunión para implementar proyectos de inversión
MÉXICO, 14 de octubre de 2016.- En riesgo se encuentra el programa de exportación de aguacate mexicano a Estados Unidos, debido al paro de actividades que productores y cortadores del fruto han implementado desde el pasado 28 de septiembre, dio a conocer la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (Apeam) mediante un comunicado.
Debido a la interrupción en el flujo de las exportaciones de aguacate mexicano absorbidas por Estados Unidos, este país enfrenta una crisis de disponibilidad que le impide satisfacer la demanda del producto, una situación que a su vez ha comprometido la reputación de México como proveedor fiable y ha llevado a las cadenas comerciales estadounidenses a buscar proveedores radicados en Perú, Chile y California.
Asimismo, 17 municipios michoacanos certificados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) se han esforzado por abastecer el mercado internacional, pero el bloqueo de los accesos a las huertas y la retención de unidades que se efectúan desde el pasado 11 de octubre han evitado que se dé continuidad a la cosecha del fruto.
La Apeam detalló que un total de 25 mil hectáreas destinadas a la producción de aguacate no han sido cosechadas, lo que además de mantener sin ocupación a cerca de diez mil jornaleros y 700 choferes podría desencadenar una caída en el precio al consumo del aguacate, al ingresar al mercado la fruta que debió ser administrada para preservar un valor rentable y no saturar los puntos de venta al sobre pasar la oferta a la demanda.
La asociación recordó, ante el señalamiento de bajos precios ofrecidos a los productores de aguacate destinado a ingresar a Estados Unidos, que previo al arranque del programa de exportación la media del precio de compra venta era diez centavos de dólar, una cifra que ha logrado repuntar en los últimos años.
Refirió que no se efectúa desde la Apeam control o política sobre el precio de comercialización del aguacate o la selección de los mercados y los compradores, ya que únicamente se ha constituido como un mecanismo para facilitar la certificación de los huertos de aguacate para sí acceso a los nichos económicos de alto valor, así como para promocionar el fruto, además de que las legislaciones mexicanas y estadounidenses sancionan penalmente el control de precios.
Los productores aguacateros exigieron a las autoridades federales y estatales su intervención para asegurar una operación normalizada del sector y preservar el programa de exportación del llamado oro verde obtenido en el estado, que consideraron pilar de la economía local.